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El serbio batalló para ser finalista |
Pasó otra batalla, esta vez muy dura en lo tenístico y lo físico, debido al calor reinante. Novak Djokovic, el indiscutido Nº1 del mundo, dijo sentirse contento de superar el escollo que fue David Goffin en semifinales, para meterse en la final en los últimos 11 Masters 1000 jugados.
El serbio, con su victoria sobre el belga en dos sets, se metió en la definición en 19 de sus últimos 20 torneos. Sus números hablan por sí solos: 29 victorias en los 30 partidos más recientes en Miami, donde va por el récord de Andre Agassi de seis títulos, más 55 triunfos en sus últimos 57 encuentros de M1000 y 53 sobre 55 en el circuito en general.
La otra perlita es que Djokovic pretende superar la marca tope de títulos en M1000 que comparte con Rafael Nadal, de 27. Pero para eso debió dejar atrás la difícil barrera que significó Goffin. "Los dos sufrimos por las condiciones, especialmente después de un duro inicio de partido, con tres juegos en 15 minutos y un set de una hora y 15 minutos. Fue una gran batalla física", dijo feliz, pero a la vez agotado.
Djokovic detalló que en la pista de Key Biscayne se sentía el viento, el calor y la humedad y se trató de un ejercicio de gran resistencia. "Esperaba algo parecido, pero los dos intentamos mantener algo de energía después de algunos puntos. Hubo muchos intercambios largos de golpes desde la línea de fondo", expresó.
Consciente del nivel de su rival, el serbio agregó: "Él levantó en los últimos meses y llegaba con mucha confianza, después de hacer semifinales en Indian Wells. Sabía que sería agresivo. Juega muy limpio, tiene un tenis muy bonito de ver, por cómo se mueve. Ha mejorado su primer servicio, en el primer set fue complicado saber leerlo, no es tan poderoso y fuerte como el de otros, pero sí muy preciso y eficiente", consideró.
El ganador no dudó que fue mejor el triunfo en sí que la forma. "No fue mi mejor partido, es claro, pero le doy el crédito a Goffin por lo que hizo. Es un orgullo haber resistido en los momentos importantes y poder quedarme con la victoria", afirmó.
Finalmente, Djokovic fue consultado por el motivo de su beso a la cancha tras el partido ante Goffin. Y fue claro: "Quería estar seguro de que la pista supiera de mi amor, porque sentí calor tanto desde el suelo como desde el cielo. Fue un pequeño beso para decirle 'Adiós, nos vemos en dos días'. Amo ese court por los preciosos recuerdos que tengo del pasado, de ganar el torneo tantas veces. Es una de mis canchas favoritas", remató entre risas.
Foto: Getty Images
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