Se va un grande. Uno sino el más querido de los jugadores galos y quien supo alcanzar, entre otras grandes marcas, la final del Abierto de Australia 2008 que, a la postre, terminaría con el primer Major ganado por el serbio Novak Djokovic.
Dueño de un talento inconmensurable, Tsonga debutó como profesional en el año 2004 y desde allí forjó una carrera formidable, esas que solo están al alcance de unos pocos privilegiados. Conquistó 18 títulos, llegó a ocupar el puesto 5º del planeta, logró la medalla plateada en el dobles masculino de los Juegos Olímpicos de Londres 2012 y fue partícipe de la conquista de Francia en la Copa Davis 2017.
El nacido en Le Mans compitió en una era dominada por Roger Federer, Rafael Nadal, Novak Djokovic y Andy Murray pero, gracias a su inteligencia y a sus innumerables recursos dentro de la cancha, fue uno de los pocos jugadores capaces de incomodarlos e incluso vencerlos en múltiples ocasiones. Derrotó en seis oportunidades al suizo, cuatro veces al español, seis veces al serbio y dos veces al británico.
Tsonga ya no era un hombre recurrente en los torneos debido a diferentes lesiones que lo fueron alejando de la primera plana y disputó la semana pasada el Masters 1000 de Miami, torneo al que regresó luego de 6 años de ausencia, y quedó eliminado en la primera ronda a manos del australiano Jordan Thompson. Este año, solo disputó cuatro torneos ATP y en ninguno de ellos superó la segunda ronda.
El paso del tiempo es inevitable y esta vez llegó el turno de Jo-Wilfried Tsonga. Un carismático y legendario del tenis dice adiós y será despedido como se merece: ante su gente y en Roland Garros, donde fue semifinalista en 2013 y 2015.
📸: Getty
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