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| El austriaco pegó el golpe sobre el español |
Rafael Nadal, cayó vencido por Dominic Thiem. El austríaco se presentaba en este partido de cuartos del Mutua Madrid Open con la condición de último verdugo del español en tierra batida. Desde entonces, el pentacampeón del torneo había encadenado 21 victorias en arcilla, establecido el récord de sets con 50. El hombre de los 10 Roland Garros, de los 11 Montecarlo y Godó acabó siendo sometido por un extraordinario rival. El príncipe se rebeló contra el rey.
Thiem vengó la derrota de la final de 2017 y repitió la victoria de Roma el 19 de mayo de 2017. Ganó por 7-5 y 6-3 en una hora con 56 minutos en su tercer triunfo sobre Nadal en tierra, aunque ha perdido otros seis, el anterior recientemente en Montecarlo, cuando Rafa le trituró (6-0 y 6-2).
El defensor de la corona en la Caja Mágica y del número uno se marchó del Estadio Manolo Santana derrotado. No conseguirá el sexto título en Madrid y el próximo lunes cederá el nº 1 ATP a Roger Federer. Entregó 820 puntos y de manda por 100 pasará a estar debajo 720: el suizo sigue en 8.670, el balear pasa de 8.770 a 7.950.
Recital de Thiem, 24 años y nº 7 mundial. Reventó la bola en cada punto, maravilló con la derecha paralela pero también cazó a Nadal con sus latigazos de revés cruzado, que pega a una mano. Desarboló a un Nadal más impresiso de lo habitual, nervioso desde el inicio. Temía problemas, y no se equivocó, y no le faltó capacidad de sufrimiento y lucha, sí calma y acierto.
Fue un buen triunfo en un encuentro espectacular. Con un Thiem tan inspirado otro rival hubiera sido arrollado en el tanteador. El centroeuropeo, asesorado por el técnico español Galo Blanco, sólo titubeó en momentos favorables de máxima tensión.
No redondeó la manga inicial con 5-4 y servicio. Falló la bola de set con una derecha paralela larga. A continuación, doble falta que abrió luego el ‘break’ que consiguió Nadal, 5-5. Pero Rafa no tenía el día y Dominic estaba desatado y nunca cedió el mando.
Nadal, con corazón, llegó al 3-3 en la segunda manga desde 1-3. Se repitió el hecho de entregar su saque justo después de recuperar el ‘break’. Señal de incomodidad, por obra y gracia de un Thiem demoledor.
Festival de Thiem. Nadal, ansioso y sin la agresividad habitual de sus golpes. Nunca caminó tranquilo por la central, y lo pagó porque precisaba el máximo nivel para frenar a un magnífico adversario.
Ya lo dijo Thiem, “la clave es jugar agresivo pero sin muchos errores y también ayuda que Rafa Nadal no tenga su día”. Pasó lo uno y lo otro.
Thiem se cita en semifinales con Kevin Anderson, que había batido al serbio Dusan Lajovic por 7-6 (3), 3-6 y 6-3.
Foto: Getty Images
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