Serena Williams y Caroline Wozniacki, a la final por distintas vías. La estadounidense (1ª) tuvo un ritmo arrollador y se impuso por 6-1 y 6-3 a Ekaterina Makarova (18ª), mientras que Caroline Wozniacki (11ª) venció a Shuai Peng (39ª) por 7-6 (1), 4-3 y retiro en una escena dramática. El domingo, la definición.
El segundo turno del día, luego del inimaginable final del primer partido, Serena Williams fue claramente superior y se quedó con el triunfo en apenas una hora de acción ante Makarova, que llegaba sin ceder sets a su primera semis de Grand Slam y con interesantes triunfos ante Victoria Azarenka y Eugenie Bouchard.
Serena desbordó con su potencia en el inicio del encuentro. Se plantó como dominadora, sumó doce tiros ganadores y, más importante aún, redujo a la rusa a una pálida imagen, con apenas dos winners. Dos quiebres, solidez en el servicio y una ventaja de 6-1 en sólo 26 minutos.
En el segundo parcial, más de lo mismo. La N°1 del mundo no permitió reacción de Makarova y se quedó con cinco de los primeros seis games del set. El 5-1 marcó sentencia. Ni siquiera sus problemas para cerrarlo, algo apurada e imprecisa, pudieron sacarla de foco. Finalmente, 6-3 y boleto a la definición.
Serena Williams, que por primera vez en el año está más allá de octavos de final en un Grand Slam, irá de esta manera en busca de su tercer título seguido en el US Open, sexto en su cosecha, y N°18 de Major. La estadounidense, cabe destacar, apenas dejó 26 games en su camino a la final. Una marca impactante.
El primer set del duelo que abrió las semifinales estuvo marcado por los nervios y los errores. Wozniacki mostró una buena reacción en dos ocasiones desde la devolución en base a cambios de altura de sus impactos y bolas cruzadas, complicando el juego de la china, que golpea desde ambos lados con dos manos. La danesa, que estuvo 3-4 y 5-6, jugó con solidez en el tie break, sin importarle el viento, y sacó la primera diferencia por 7-6 (1).
on el envión de la ventaja, Wozniacki pareció mejor plantada en el inicio del segundo set. Quebró y quedó 3-2, a pesar de mostrar algunos problemas físicos y hasta recibir tratamiento del trainer en un cambio de lado. Pero fue Peng la que tuvo mayores inconvenientes con su cuerpo. Afectada por calambres, frenó las acciones (4-3) y fue atendida fuera de la cancha. Volvió, jugó siete puntos más y se arrodilló en el piso. Desconcierto total y de nuevo el ingreso de los médicos, en una escena bastante dramática. Fin del partido. La china, en llanto, se tuvo que retirar del Arthur Ashe en silla de ruedas. El parte adujo un golpe de calor.
Wozniacki, de esta manera, llega con aire renovado a la final de Flushing Meadows, con una racha de 19 victorias en sus últimos 22 partidos, con el título de Estambul y buenas actuaciones en Cincinnati y Montreal sobre sus espaldas. Tras jugar una semis de Grand Slam después de tres años, estará en la definición de un Major por primera vez desde 2009. Paradójicamente, repite lugar: Nueva York. No hay dudas que el Abierto de Estados Unidos le sienta bien.
La danesa, además, se aseguró su vuelta al Top 10, honor que perdió luego del Abierto de Australia.
Por su parte, Peng, la tercera china en jugar semis de Grand Slam (Na Li y Jie Zheng, las otras), cerró de una manera poco feliz un gran torneo, en el que había sacado a la joven sensación Belinda Bencic y a las preclasificadas Agnieszka Radwanska, Roberta Vinci y Lucie Safarova sin ceder sets.
Foto: Getty Images
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