El escocés ya esta en Londres |
Concretada la victoria sobre Grigor Dimitrov, y con ello el acceso definitivo a las Finales ATP de Londres, Andy Murray estampó la tradicional firma en la cámara de la transmisión con un mensaje claro: "Bad year" ("Mal año"), devolviendo con ironía todas las críticas que acompañaron su irregular 2014.
"No lo hice como algo desafiante, me pareció divertido. La gente me pregunta todo el tiempo por qué tuve tan mal año para mis estándares, así que a veces está bueno que pueda responder", explicó.
"No suelo meterme en esas discusiones, pero la verdad es que no ha sido un mal año. Largo, difícil, pero no malo. Pudo haber sido muchísimo peor", añadió. "Volviendo de la operación hubiera firmado terminar la temporada de esta manera".
El escocés pasó por el quirófano en octubre pasado, para resolver una recurrente molestia en la cadera. En el regreso, fue perdiendo terreno en el ranking, llegó a caerse del Top 10 entrado septiembre y estiró a 15 los meses sin alcanzar una final.
"Volver de una operación no es para nada fácil y este año me tocó aprenderlo. Los primeros meses del año fueron muy complicados y tuve que escarbar bastante en esta última parte de la temporada para, en cierto punto, salvar el año", redondeó.
Con 20 victorias en 22 partidos y tres títulos en cinco torneos, Murray volvió a ocupar un lugar entre los ocho mejores y ahora regresará a Londres para buscar el próximo objetivo: volver a ser Top 4.
Foto: Getty Images
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