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| El belga aplicó el golpe del día |
La primera de las semifinales del Masters de Londres , el último torneo de la temporada, que reúne a los ocho mejores jugadores del año, deparó una enorme sorpresa. Roger Federer, el gran candidato a quedarse con el título, perdió con el belga David Goffin por 2-6, 6-3 y 6-4.
Con 36 años, Federer llegó a la cita de Inglaterra siendo el Nº2 del mundo y tras haber obtenido siete títulos en 2017. Indudablemente, una temporada soñada para el suizo, que no pudo cerrar con toda la gloria que hubiera querido.
Para Goffin (8º en la clasificación) fue la primera victoria ante "Su Majestad" en un historial que lo tenía 0-6. Además, les ganó a tres integrantes del Top 4, como Nadal (1º), Federer (2º) y Thiem (4º), y logró en este año siete de sus once victorias sobre Top 10.
El finalista, con cuatro títulos en su carrera y dos este año en Shenzhen y Tokio, y después de sufrir una grave lesión en Roland Garros al tropezar y enredarse con las lonas de protección del fondo de la pista, eligió el mejor lugar para cambiar la imagen que había dejado en el último antecedente, en las semifinales de Basilea, con derrota por 6-1 y 6-2.
La derrota de semifinales para Roger significa que Rafael Nadal acabará la temporada con un colchón de 1040 puntos de ventaja sobre el segundo en el ranking ATP.
Ahora, el sorprendente finalista, espera por el choque de novatos en esta instancia. Con Grigor Dimitrov, que ganó invicto el Grupo Pete Sampras por un lado, y Jack Sock, por el otro, en el Grupo Boris Becker.
Sock está 3-1 sobre Dimitrov en los cruces previos en el circuito. El estadounidense se impuso en los tres últimos, el más reciente y único de esta temporada, jugado en Indian Wells, con una victoria muy ajustada. Por eso, será un duelo muy interesante, tratando cada uno de tomar la iniciativa y no ceder en esa búsqueda.
Para ambos es el primer Masters final de año y qué mejor plus que poder abrirse paso a la gran final del domingo. Por eso es un partido tan especial para ambos, entre un Dimitrov que estuvo más sólido y preciso en 2017 y un Sock de gran arremetida, clasificado a Londres a última hora tras su sensacional éxito en París-Bercy. Sin dudas, otro cruce de gran calibre.
Con 36 años, Federer llegó a la cita de Inglaterra siendo el Nº2 del mundo y tras haber obtenido siete títulos en 2017. Indudablemente, una temporada soñada para el suizo, que no pudo cerrar con toda la gloria que hubiera querido.
Para Goffin (8º en la clasificación) fue la primera victoria ante "Su Majestad" en un historial que lo tenía 0-6. Además, les ganó a tres integrantes del Top 4, como Nadal (1º), Federer (2º) y Thiem (4º), y logró en este año siete de sus once victorias sobre Top 10.
El finalista, con cuatro títulos en su carrera y dos este año en Shenzhen y Tokio, y después de sufrir una grave lesión en Roland Garros al tropezar y enredarse con las lonas de protección del fondo de la pista, eligió el mejor lugar para cambiar la imagen que había dejado en el último antecedente, en las semifinales de Basilea, con derrota por 6-1 y 6-2.
La derrota de semifinales para Roger significa que Rafael Nadal acabará la temporada con un colchón de 1040 puntos de ventaja sobre el segundo en el ranking ATP.
Ahora, el sorprendente finalista, espera por el choque de novatos en esta instancia. Con Grigor Dimitrov, que ganó invicto el Grupo Pete Sampras por un lado, y Jack Sock, por el otro, en el Grupo Boris Becker.
Sock está 3-1 sobre Dimitrov en los cruces previos en el circuito. El estadounidense se impuso en los tres últimos, el más reciente y único de esta temporada, jugado en Indian Wells, con una victoria muy ajustada. Por eso, será un duelo muy interesante, tratando cada uno de tomar la iniciativa y no ceder en esa búsqueda.
Para ambos es el primer Masters final de año y qué mejor plus que poder abrirse paso a la gran final del domingo. Por eso es un partido tan especial para ambos, entre un Dimitrov que estuvo más sólido y preciso en 2017 y un Sock de gran arremetida, clasificado a Londres a última hora tras su sensacional éxito en París-Bercy. Sin dudas, otro cruce de gran calibre.
Foto: Getty Images
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