El nuevo director general de la Asociación de Tenis de EE.UU. ha manifestado este jueves que espera que en junio se tome una decisión sobre el Open de Estados Unidos de Tenis de 2020 y califica de “muy improbable” la perspectiva de celebrar el torneo de Grand Slam sin espectadores debido a la pandemia del coronavirus.
Mike Dowse, cuyo mandato comenzó el 1 de enero, dijo en una conferencia telefónica con los periodistas que “el tiempo está de nuestro lado en este momento” porque el Open USA no está programado para comenzar hasta el 24 de agosto.
Sería el próximo gran campeonato de tenis en el calendario porque el inicio de Roland Garros se aplazó de mayo a septiembre y Wimbledon fue cancelado por completo. Los torneos de tenis masculino y femenino están totalmente suspendidos hasta al menos mediados de julio, y un torneo en agosto ya ha sido cancelado.
En cuanto a la celebración del Abierto de EE.UU. sin fans, Dowse dijo que la USTA “no está sacando nada de la mesa, pero en este momento, yo diría que es un escenario muy poco probable”. Aunque añadió que la USTA “podría reconsiderarlo”.
Dowse dio a conocer también la reducción de los salarios de los altos ejecutivos en un 20 por ciento durante lo que resta del año, como parte de un esfuerzo por proporcionar asistencia de emergencia a la organización.
“Toda la situación cambia en cada momento y no podíamos esperar a ver que es lo que sucede con el Abierto para actuar en el apartado de ayudar a nuestra organización”, destacó Dowse, que tiene un salario anual de 1,3 millón de dólares.
Dowse señaló habían buscado formas de redistribuir dinero para hacer frente a las iniciativas de la organización y última instancia, sea cual sea el resultado final con el Abierto de Estados Unidos, podrán ver que tipo de modificaciones hacen en relación al plan inicial de ayuda de los 15 millones de dólares establecidos.
Al referirse en concreto a la disputa del Abierto, Dowse reiteró que esperaba que se tomara una decisión oficial definitiva a principios del verano, a menos que los decretos gubernamentales cambien esa línea de tiempo.
“Todavía no tenemos una fecha establecida en la que tomar una decisión final porque las cosas están cambiando muy rápido”, valoró Dowse. “Preparar el torneo no es algo fácil y por lo tanto consideró que a finales de junio deberemos tener ya la respuesta definitiva”.
Las instalaciones cubiertas en los terrenos del Centro Nacional de Tenis Billie Jean King, de Flushing Meadows (Queens), se están utilizando actualmente como hospital médico temporal con 470 camas, y distribución de comidas.
Pero Dowse dijo que los preparativos aún podrían terminarse para el torneo, que se juega en canchas al aire libre y estadios en otros lugares de la pista central Arthur Ashe Stadium, que está cubierta.
El máximo responsable de la USTA tampoco quiso especular de como se tendría que disputar el torneo, en el sentido de si se iba a permitir a los aficionados en acceso a los campos, algo que los expertos en salud del país han rechazado por completo.
“Creo que tendremos una visión más completa y real cuando a finales del mes de junio sea necesario establecer una decisión definitiva sobre el futuro del torneo”, señaló Dowse.
El máximo responsable de la USTA adelantó que con la reducción de salarios ya tienen garantizados 20 millones de dólares que serán destinados en su totalidad a financiar a las instalaciones de tenis estadounidenses, profesionales de la enseñanza y tenis de base, además de otras organizaciones.
Se espera que el resto de los fondos se destinen a esfuerzos de apoyo como asesoramiento telefónico para hacer frente a los efectos emocionales de la pandemia o la consulta legal para aquellos que desean reclamar la ayuda del gobierno proporcionada a través de la Ley de Cuidados.
Junto a Dowse, expresidente de Wilson Sporting Goods, que el pasado enero se hizo cargo de la USTA, Stacey Allaster, directora ejecutiva de la división de tenis profesional de la USTA es la segunda mayor ejecutiva que hay dentro de la organización y recibe un salario de más de 900.000 dólares anuales.
Dowse dijo que los directores y directores generales de la USTA tendrán unos recortes salariales del 15 por ciento y el de los gerentes será del 10 por ciento, mientras que el total de los afectados por la reducción de salario será un poco más del 40 por ciento de la organización.
El máximo responsable de la USTA recordó que el Abierto de Estados Unidos es la principal fuente de financiación para la organización que preside y que supervisa el deporte del tenis a través de todo el país.
El torneo del Abierto de Estados Unidos, uno de los cuatro grandes de la temporada, deja unos ingresos de más de 400 millones de dólares cada año.
A diferencia de Wimbledon, el más antiguo de los torneos de Grand Slam, que se canceló por primera vez desde 1945, el Abierto de Estados Unidos no tiene un seguro pandémico para cubrir algunas de sus pérdidas.
“Ahora nuestro objetivo primordial es mantener a flote a todos los clubes de tenis y los profesionales de la enseñanza en tanto que sea posible”, subrayó Dowse, quien estimó que alrededor del “85 por ciento de las instalaciones de tenis” en los Estados Unidos habían cerrado a fines de marzo.
📷: Getty Images
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