Jabeur, hasta ahora, solo había vencido en el torneo de Birmingham, el año pasado, pero se trata de una jugadora de progresión sostenida, aunque sosegada, que antes del décimo puesto llegó al séptimo lugar de la WTA y tras este torneo volverá a rondar estas posiciones.
La final, pese a ser teóricamente favorita en ella, no le fue ni mucho menos sencilla. Se vio con 1-4 por debajo ante una rival que salió muy agresiva, lo que llevó también a cometer muchos errores. Aunque fue remontando, sólo in extremis logró llevarse la primera manga pero en la segunda, tras el primer 'break', se vino abajo.
En la tercera volvió a jugar con aplomo, sin que su rival -que no olvidemos que era la 14 WTA y también estaba jugando la final más importante que había alcanzado- lograra contener la sangría de errores a la que le abocaba su voluntad de romper el pronóstico. Evidentemente, sobre el Estadio Manolo Santana se vieron los 'autoenfados' con los que Ons se castiga cuando no juega como cree que debe hacerlo.
Jabeur, tunecina y de 27 años, ya fue la primera jugadora de su país y primera norteafricana en llegar al 'top 10' WTA. Ahora es también la primera en ganar un WTA 1.000. Toda una pionera.
📸: Getty
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