El español Rafael Nadal, tras su caída ante Fabio Fognini en octavos de Barcelona, hizo hincapié en su irregularidad y en sus problemas con los golpes de derecha, a la que calificó de "vulgar".
"Estoy triste porque sentía que tenía la posibilidad de darle la continuidad al juego que había realizado en Monte-Carlo", explicó el español, quien reconoció que jugó "mal" y no fue "agresivo" ante un rival que, en su opinión, "fue sido mejor".
En este sentido, Nadal fue muy autocrítico con su derecha: "Al día de hoy, no consigo impactar la bola como lo tengo que hacer. Si no quiero ser un jugador vulgar, mi derecha no tiene que ser vulgar".
Sobre el partido, lamentó no poder mantener la ventaja conseguida en el segundo set, cuando firmó dos quiebres de servicio. "Teniendo dos roturas en el segundo set, llegar al 5-5 es un desastre", apuntilló.
Por ello, no dudó en calificar de "golpe" la derrota sufrida en Barcelona, si bien puntualizó que "no queda más remedio que aceptar (la derrota) o morir", ya que quiere "seguir adelante" para afrontar lo que queda de temporada.
"Voy a trabajar para conseguir más oportunidades en el futuro. Los altibajos tarde o pronto verán su fin. He conseguido tomar una línea de juego regular. Era una oportunidad para consolidarse, no ha podido ser, pero vamos a seguir", retiró.
El objetivo tenístico del exnúmero uno del mundo es "recuperar la pista" cuando defiende y "atacar mejor", además de mejorar su revés y su derecha, un golpe que "si no se impacta con fuerza, no sirve de nada", ha enfatizado.
Tras caer en el Conde de Godó, Nadal regresará a Mallorca antes de participar en el Masters 1.000 de Madrid, que se disputará en mayo.
Foto: Getty Images
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