El puño apretado y el gesto desencajado de Martín Jaite, el salto hechos una piña de los jugadores y el revolear de remeras de los hinchas fueron las imágenes de la tarde del sábado, en la que Argentina selló un triunfo espectacular por 3-0 ante Alemania por la primera ronda de la Copa Davis por BNP Paribas. El próximo paso de los argentinos será en abril ante Francia, también como local, por los cuartos de final.
David Nalbandian y Horacio Zeballos dieron el punto definitivo a su equipo gracias a un muy sólido encuentro desplegado ante Christopher Kas y Tobias Kamke, reemplazante de Philipp Kohlschreiber, que fue victoria argentina por 6-1, 6-4, 5-7 y 6-2 en dos horas y 48 minutos de juego.
"Una de las pocas cosas por las que vale la pena seguir jugando al tenis es por vivir cosas como estas", dijo Nalbandian, todavía en la cancha y poco antes de comenzar la lluvia de champagne sobre compañeros y capitán. Jaite, eufórico, no perdió de vista lo sorpresivo de un pase tan contundente: "No esperábamos ganar la serie el sábado como lo hicimos".
El valor del trabajo y de saber forzar la fortuna
Hoy es todo festejo en Argentina pero las semanas previas a la eliminatoria fueron de preocupación y, en algunos sectores del alrededor, hasta de preocupación. Alemania llegaba con un equipo poderoso, con Kohlschreiber (19º) a pleno rendimiento. Argentina, en cambio, no tendría a Juan Martín del Potro, Juan Mónaco llegaba con molestias, Eduardo Schwank era baja por haberse operado de la muñeca derecha y el estado de David Nalbandian era una incógnita.
Ante ese escenario desigual, la certeza era que la serie, como mínimo, era muy difícil, mucho más que cualquiera que se haya jugado en el Parque Roca en los últimos años en las primeras fases de la competición. Pero el trabajo pensado por Jaite y su equipo dio resultado: sabían que iba a hacer mucho calor y humedad y se prepararon en horarios acordes para sacar ventaja. Sabedores de la desventaja de tenis de Carlos Berlocq con respecto a Kohlschreiber, duelo del primer día, estudiaron al detalle al alemán. "Kohli" terminó lesionado, derretido de calor por una batalla tremenda a cinco sets bajo un sol inhumano . Es suerte pero, en un punto, también es plan. "Charly" desgastó a su rival a conciencia y tuvo energía y lucidez para hacerlo.
Zeballos y Nalbandian, dominadores
Tras el poco esperado 2-0 del viernes y la ausencia ya definitiva de Kohlschreiber, el doble argentino saltó al Mary Terán de Weiss a liquidar la historia. Nalbandian y Zeballos sólo habían jugado juntos un partido en Copa Davis (victoria en Estocolmo en 2011) pero comenzaron con nivel de viejos conocidos. Principalmente Zeballos entró muy enchufado.
"Jugamos un muy buen partido. En el tercero tuvimos algunos errores y bajamos un poco el nivel. Ganar así siempre es bueno", señaló Nalbandian.
Después de un primer set muy local, el segundo se hizo más parejo, pero volvió a prevalecer Argentina en algunos detalles. Las tribunas eran una fiesta de cantos, bombos y trompetas celebrando ya el pase a cuarto de final, pero Kas y Kamke se aferraron al partido. Zeballos bajó un poco su nivel y los alemanes pusieron suspenso con un apretado 7-5.
El silencio en el estadio duró poco. Kas cedió rápidamente su saque, volvió a quebrar Argentina para 5-1 y sólo hubo que esperar el desenlace. Pasó con una "palomita" espectacular de Zeballos, que hizo explotar al público de alegría y a Nalbandian... de risa.
"Cuando me doy vuelta y lo miro pensé que David estaba festejando y no, se estaba muriendo de risa de mi palomita. Me maté. Todavía me duelen las rodillas pero bueno, valió la pena", recordó Zeballos. "¿Si fue a lo Becker? Sí, a lo Benjamin Becker", bromeó. Obviamente, el humor era el mejor. El equipo terminó ganando con contundencia una eliminatoria que algunos temían se convirtiera en la primera derrota en primera ronda de Argentina desde que volvió al Grupo Mundial en 2002. El buen hacer de todos hizo que la próxima estación no sea el temido repechaje sino Francia, en el duodécimo cuarto de final consecutivo para Argentina.
Foto: AAT
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