Rafael Nadal despertó a tiempo, dio vuelta la historia y se impuso por 4-6, 6-2 y 6-4 a Milos Raonic para avanzar a las semifinales del Masters 1000 de Miami, un título que aún falta en su palmarés. Su próximo rival será el checo Tomas Berdych, quien derrotó por 6-4 y 7-6 (3) al ucraniano Alexandr Dolgopolov (22° favorito), sumó su victoria 450 en el circuito y volverá al Top 5.
Trabajo extra para Nadal, número uno del mundo. No sólo por la extensidad del duelo, sino porque nunca estuvo fino. El español se mostró impreciso, dubitativo y lejos del nivel que plasmó a lo largo de la semana en Key Biscayne. Así y todo, sacó adelante su duelo ante el duodécimo cabeza de serie tras dos horas y 35 minutos de acción y avanzó a las semifinales.
En el inicio, pura adversidad. Si bien tuvo dos chances de break en el primer game, Nadal no estaba cómodo. Mezclaba buenos momentos con pasajes irregulares, quizá por la falta de ritmo que le brindó el juego del canadiense. Como consecuencia, el español pisó en falso en el décimo game, con su servicio, y quedó set abajo. Raonic vio el instante de duda y con tres puntos consecutivos -desde ventaja abajo- sacó la primera diferencia por 6-4. Dos de esos puntos, fiel reflejo de lo que era el ibérico, fueron doble falta.
Nadal no bajó los brazos. No lo golpeó perder su primer set en la presente edición de Key Biscayne ni ceder un parcial por primera vez ante Raonic. Rápidamente se recuperó a puro quiebre. Dos consecutivos para un claro 4-0, que, con su devolución, estuvo cerca de ser cinco games de diferencia. Lo terminó cerrando por 6-2, en un set con pocos tiros ganadores y muchos errores no forzados (17 de Raonic).
En el tercero, el saque mantuvo con vida al español. Tomó ese golpe como principal arma y supo contener los intentos ofensivos de Raonic. Y no perdonó en su primera oportunidad: en un game larguísimo, quiebre clave para el 4-3. Ahí se acabó la historia y quedó sellado el pase de Nadal a semifinales de Miami por cuarto año consecutivo.
Unas horas antes, Berdych firmó un nuevo éxito sin ceder sets en Key Biscayne. En esta ocasión estuvo al límite en el segundo parcial, en el que estuvo 4-5 y ventaja en contra, pero salió a flote con agresividad y mostrando su mejor versión para terminar de cerrar la historia en una hora y 45 minutos de acción.
Dolgopolov llegaba al encuentro como una verdadera amenaza, gracias a sus recientes éxitos ante Stanislas Wawrinka (Miami), Rafael Nadal (Indian Wells) y David Ferrer (Río de Janeiro). Y avisó en el primer game con un quiebre. Sin embargo, Berdych tuvo reacción, en gran parte gracias a su potente derecha. Recuperó la rotura y tomó el control. La lluvia, en el 4-4, obligó a un impasse.
En la vuelta, el checo continuó con su dominio. Sacó su game de servicio con autoridad y tuvo una nueva oportunidad desde la devolución, una constante en el primer set. Golpe de Berdych para el 6-4, en 50 minutos.
La historia pareció cambiar en el segundo parcial, con un Dolgopolov con mayor iniciativa. Sacó ventaja en el quinto game tras una doble falta de su rival y mantuvo la distancia hasta el 5-3. Llegó a tener un punto de set, pero Berdych no le perdonó la poca efectividad con el primer servicio y, en el segundo break point, puso el 5-5.
El envión, en definitiva, le terminó dando un plus al séptimo cabeza de serie. Un error no forzado y una doble falta del ucraniano plasmó un 3-0 que sonaba a sentencia. Con jerarquía, Berdych no dejó correr la chance y sumó su cuarto triunfo, en igual cantidad de choques, ante Dolgopolov.
Foto: Getty Images
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