Haggerty ya sesiona con sus filiales en Orlando |
Tras el discurso de bienvenida ofrecido por David Haggerty, presidente de la ITF, a todos los dirigentes del tenis mundial, y dejar inaugurada de manera oficial la asamblea general, los distintos grupos de trabajo comenzaron a exponer sus ponencias, enfocadas a dar a conocer las nuevas prioridades estratégicas que tiene la organización de cara al futuro.
Pero el asunto principal y donde está puesta toda la atención es trabajar de cara a la votación que se hará el jueves sobre el cambio revolucionario del formato de competición de la Copa Davis, que impulsa la propia ITF y está respaldada por los millones de dólares que ofrece la compañía Kosmos, que preside el jugador del Barcelona Gerard Piqué.
De acuerdo a las primeras impresiones que se han recogido entre los representantes de las distintas federaciones del tenis mundial, la situación sobre el asunto se presenta "muy compleja, discutida e incierta".
Los nueve integrantes del Comité de Copa Davis, que decidirán el futuro de la competición, se enfrentan al dilema de acabar con una tradición centenaria y comenzar un nuevo formato que contará con una fase final entre 18 países a disputarse durante una semana en una única ciudad, bajo el compromiso de un acuerdo por 25 años con la compañía Kosmos a cambio de 3.000 millones de dólares de inversión.
El objetivo del nuevo formato es potenciar al máximo el negocio y atraer a las figuras del tenis mundial que actualmente no quieren participar en la Copa Davis, que ha perdido interés.
Aunque el propio Haggerty apoya la nueva propuesta de cambio, los que se oponen consideran que esta cuenta con muchos interrogantes que no le aseguran ser la mejor opción.
De acuerdo a la propuesta del nuevo formato deportivo que se quiere establecer en la Copa Davis, habrá fase clasificatoria de 24 países (seleccionados por el ranking de la ITF) con el clásico sistema de locales y visitantes, por disputarse en febrero de 2019 (también hay una propuesta para que sea en abril).
Luego, las 12 naciones ganadoras, más los cuatro semifinalistas del año anterior y dos países invitados por la organización jugarán la etapa final, en principio programada para fines de noviembre, luego del Masters de Londres.
Distribuidos en seis zonas de tres países cada una, con sistema Round Robin -todos contra todos-. Los ganadores de cada grupo más los dos mejores segundos jugarán los cuartos de final y luego se irán eliminando.
Se tiene ya decidido que las ediciones del 2019 y 2020 se realicen en Europa.
Entre las sedes que podrían ser elegidas se encuentra la de Lille, que tiene al estadio Pierre Mauroy, con capacidad para 24.000 espectadores y que albergó las finales de la Copa Davis de 2014 -Francia perdió por 1-3 ante Suiza- y de 2017 -le ganó por 3-2 a Bélgica-.
También está Madrid, que dispone de la Caja Mágica y del Palacio de Deportes de la Comunidad, y se afirma que tiene ventaja.
Estambul y San Petersburgo son otras sedes que están en la lucha.
En lo mismo se encuentra Larry Ellison, cofundador de la compañía de software Oracle y propietario del torneo de Indian Wells, quien apoya el cambio, ha confirmado que también será inversor y propuso para 2021 las instalaciones donde se juega ese Masters 1000 estadounidense.
Ahora falta lograr la aprobación de este ambicioso formato y se necesitará de los dos tercios de los votos de los dirigentes, entre los que se encuentran quienes dudan de que el formato vaya a funcionar por considerar que tiene "muchas zonas grises".
Además quieren que, si al final el proyecto sale adelante, la ITF exija a Kosmos el depósito de la mayor parte de los 3.000 millones de dólares en una cuenta de garantía de cumplimiento.
Piqué está convencido de que será un éxito y tiene el respaldo de Hiroshi Mikitani, director de Rakuten, la empresa japonesa de comercio electrónico que patrocina la camiseta del FC Barcelona.
Foto: Getty Images
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