El letón con la confianza al tope |
La frase del título bien podría encabezar la radical transformación de Ernests Gulbis, que hace un año y medio estaba más allá del puesto 150 y hoy espera por Novak Djokovic en semifinales de Roland Garros, con más de un pie en el Top 10.
"Lo vengo diciendo hace rato. Lo que hoy me llena es hacer bien mi trabajo. Cuando el éxito viene desde allí entonces sí puedo vivir mi vida al máximo, disfrutar todo mucho más. Es lo que inclina la balanza al final del día", graficó el letón, que este martes venció a Tomas Berdych por un contundente 6-3, 6-2 y 6-4, para abrirse paso a sus primeras semifinales de Grand Slam.
En función de los vaivenes y las pruebas de carácter, Gulbis también remarcó las singularidades que ofrece el tenis a comparación con otros deportes: "Es muy duro. Estás totalmente por tu cuenta. Si tienes un mal día, ya está. Eres historia. En cambio, si tienes un mal día en el fútbol, igual puedes dar una asistencia o anotar un gol y ganas. Pero la vida en el circuito también tiene sus ventajas y creo que si uno sigue la línea correcta y entiende para qué hace lo qué hace, eso ayuda a moldear una personalidad mucho más fuerte que en cualquier otro ámbito de este nivel".
Analizando, entonces, por qué se decidió por el tenis y no por otro deporte en equipo (o en definitiva, otro oficio), recalcó: "A veces uno no elige su profesión; la profesión lo elige a uno".
Sobre el partido en sí, enmarcó: "Físicamente me sentí impecable. Como si pudiera seguir corriendo por siempre y que él no iba a lograr un solo winner. Estuve todo el partido con una confianza increíble".
Y puso énfasis en un aspecto clave: el servicio. "Saqué a un gran nivel. Recuerdo haber jugado con Berdych en Rotterdam y haber perdido por sus devoluciones. En arcilla, al no poder él pegar tan cerca de la línea, yo corría con ventaja. Y pude aprovecharlo".
Foto: Getty Images
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