Nadal defiende el trono de RG y ATP |
Rafael Nadal se clasificó para una nueva final de Roland Garros tras deshacerse por la vía rápida de Andy Murray. El balear, que busca su novena Copa de los Mosqueteros, tendrá que defender su trono en París y en el ranking ATP ante Novak Djokovic el próximo domingo.
Dicen los que entienden que el tenis es un deporte de sensaciones y lo de Rafa Nadal y Roland Garros es una máxima que se ajusta a esta afirmación. Sólo ha perdido un partido en estas pistas (cuartos de final de Roland Garros 2009 ante Robin Soderling) cuando sus rodillas no le dejaban ser competitivo. En un año como el 2014 tan discutido y debatido en la temporada de tierra batida (cuartos de final en Montecarlo y Barcelona, título en Madrid y final en Roma), el tenista con mejores números en esta superficie se ha plantado en su novena final de su torneo fetiche tras solventar la semifinal ante Andy Murray por un marcador de 6-3, 6-2 y 6-1 tras una hora y cuarenta minutos de juego en un choque disputado en la Philippe Chatrier.
Para ganar un partido la primera premisa en creer que uno puede hacerlo. esta máxima debió aplicarse Murray si quería verse al menos competitivo ante el número uno del mundo. El británico ganó el sorteo inicial y obligó a Nadal a comenzar sacando, pero fue en lo único que tomó ventaja durante todo el partido. Cuando la pelota echó a rodar solo hubo un tenista sobre la pista, Rafa, que no dio muestra alguna de sus problemas de espalda sino todo lo contrario. Se fue a la silla con una cómoda ventaja de 3-0 y dando sensaciones de ser muy superior sobre el tapete. Pegaba dentro de la pista y obligaba a defenderse a Andy pegado al muro del fondo. El balear administró la renta al ralentí y se apuntó la primera manga con autoridad.
Estadística inmaculada del balear
Nuevo set, misma hoja de ruta. Rafa puso una marcha de más en el arranque de la manga hasta lograr una tempranera ruptura que le permitiera sentirse más cómodo si cabe sobre su tapete. En su salsa, su derecha volaba y su revés incidía en una herida, la de Murray, cada vez más sangrantes. Apenas se había superado la hora de acción cuando Nadal se apuntó el segundo set. Mientras al británico parecía molestarle hasta el ruido de una mosca, el español pegaba como si no hubiera mañana. Volvió a romper a las primeras de cambio en el tercer set y no cesó hasta verse en el último partido de una historia, la de este torneo, que espera acabar con final feliz.
Nadal buscará el domingo su novena Copa de los Mosqueteros ante Novak Djokovic, el duelo que más se ha repetido en la historia del tenis (41). Por ahora domina el español tanto el total de enfrentamientos (22-19) como los disputados en tierra (13-4), mientras que el serbio tiene mejores números en las finales entre ellos (9-12).
Foto: Getty Images
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