El suizo analizó sus opciones |
Vuelve a hacer historia. Con 34 años, siendo agresivo y muy ofensivo, buscando puntos cortos y sacando bárbaro, Roger Federer aumentó el récord de finales en Grand Slam al llegar a la 27ª de su carrera. Además, tras seis temporadas volvió a ser finalista en el US Open, tras la cátedra que dio ante su compatriota Stan Wawrinka. Así, el suizo, Nº2 del mundo, aguarda por su 18º título en los Majors pero sabe que será muy duro, nuevamente, Novak Djokovic, líder del ranking ATP.
Sumó 11 partidos sin perder un set, incluyendo sus cinco victorias en Cincinnati y las seis que lleva en Nueva York, a la vez que brilla y deleita a millones. Él quiere su 88º título profesional, pero sin dudas su sueño es el ansiado 18º Grand Slam, ya que además no es campeón de un supertorneo desde Wimbledon 2012. Sabe del desafío que afronta contra Djokovic, al que supera 21-20, pero sigue paso a paso.
"Será un duelo complicado, difícil, Novak está en un gran momento, tiene un año excepcional y será un gran reto", destacó Federer tras su 51º triunfo de 2015. "Nos conocemos muy bien, este año nos hemos enfrentado ya cinco veces, pero estaré listo para luchar por el título", dijo el helvético.
"Volver a la final del Abierto de los Estados Unidos después de seis años fue el resultado de un trabajo duro y estoy muy feliz de haberlo conseguido. Demuestra que estoy en un gran momento de forma, con un tenis completo", contó el ex-Nº1, que aumentó su marca tope al llegar a 27 finales en Majors.
“Es lindo jugar de esta manera. Con mis años, para ser honesto, no me parece normal que gane así contra grandes rivales. Yo incluso solo esperaba salir a la cancha y jugar bien, pero no pensé que podía tener otro partido así”, aseguró un Federer modesto, que recuperó su gran nivel desde mediados de 2014.
De hecho, hizo referencia a ese "revival" personal. "He venido jugando muy bien en el último año y medio. No me siento tan viejo como soy. Todavía me siento joven y capaz de jugar un tenis divertido. Y claro que para mí es muy bueno tener recompensas del trabajo duro que sigo haciendo con mi equipo de trabajo”, agregó, conforme con su entrenador, compatriota y amigo Severin Luthi, más el gran aporte del sueco Stefan Edberg, exlíder mundial.
“Ser agresivo en la red, en el servicio, en la volea, moverme haciendo puntos cortos o extender los rallies si es lo que quiero. Si ganas de esta forma es inevitable tener un gran sentimiento”, reconoció el suizo, que goza con lo que hace. Y, además, hace gozar a sus fanáticos, porque parece un joven por cómo se mueve, como en su época dorada. Ahora busca otro oro personal y solo le falta un paso, el más duro de todos.
Foto: Getty Images
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