Paolo Lorenzi, contemporáneo de Roger Federer desde el día uno, era uno de los pocos jugadores de la generación del suizo que aún seguía en actividad. Una derrota en la fase previa del US Open ante el francés Maxime Janvier le puso punto final a su carrera.
"Se acabó el tenis profesional para mí. Eso es lo que pensé, que toca poner el punto y final en Nueva York. Siempre he amado este lugar, así que creo que es el mejor sitio posible para parar", afirma Paolo en declaraciones a la ATP.
Hoy en el puesto 188 del ranking mundial, conquistó a los 34 años (el jugador, en aquel momento, más veterano en conquistar un trofeo por vez primera) el ATP 250 de Kitzbuhel. Un año después también se convertiría en el tenista más veterano en alcanzar la segunda semana de un Grand Slam por vez primera (en Nueva York). Otras dos finales ATP (en Quito y Umag), pero donde realmente dejó su impronta Lorenzi fue en el circuito Challenger.
Allí, tiene tres marcas impresionantes: mayor cantidad de partidos (694, segundo), más victorias (421, segundo) y de títulos (21, tercero).
"Me gustaría que la gente me recordase como un jugador que lo dejó todo en la cancha y que luchó hasta el final en cada partido. Éste ha sido el mejor viaje de mi vida. He disfrutado al máximo de cada momento: cada ocasión en la que estaba en cancha era un sueño hecho realidad", gracias por tanto Paolo.
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