Masha va por revertir la historia |
El primer Grand Slam de 2015 se definirá entre la N°1 y la N°2 del mundo. Este jueves, Serena Williams y Maria Sharapova vencieron en sets corridos y volverán a encontrarse en una final. En la previa, el historial favorece crudamente a la estaounidense: 16-2, incluidos los últimos 15 enfrentamientos.
En la apertura de las semifinales, Sharapova fue mucho más que una tímida Ekaterina Makarova (11ª) y se impuso por 6-3 y 6-2, para alcanzar su décima definición en Grand Slams.
Sharapova dominó de principio a fin a una rival que nunca supo cómo desequilibrarla. La campeona de 2008 tomó rápidas ventajas en ambas mangas y, aun entorpeciéndose el rumbo con repetidas doble faltas, lo resolvió con facilidad en sets corridos.
En el primer parcial, salvó dos quiebres de arranque para romper en la respuesta y escaparse por 3-0. Enseguida tuvo otro break point para 5-1, pero no pudo aprovecharlo y le dio aire a Makarova. Más cuando en el game posterior Sharapova encadenó dos doble faltas para quedar 15-40, y luego ceder su saque por primera -y única- vez en el partido.
Apenas una piedra en un camino muy llano para la N°2 de la WTA, que ganó ocho de los nueve puntos siguientes y firmó con autoridad la primera diferencia.
El segundo set repitió las formas, con Sharapova rompiendo por duplicado y adelantándose 4-0. Ventaja que ya Makarova no podría contrarrestar.
En el global, la ganadora combinó 23 tiros ganadores y 26 errores no forzados contra 11 y 29, respectivamente, de Makarova. Pero en la cancha, la diferencia fue todavía mayor.
A continuación, Serena y Madison Keys (35ª, Top 20 desde el próximo lunes) protagonizaron un duelo mucho más parejo, aunque en el segundo set la N°1 pudo encaminar la historia con dos quiebres tempraneros y terminó llevándose el partido por 7-6 (5) y 6-2.
Ambas estuvieron arriba del 70% en puntos ganados desde el primer servicio, alcanzaron doble dígito en aces y se repartieron el mando de los peloteos a pura potencia. Incluso Keys finalizó con ocho winners más que Serena (27 contra 19), pero lo desaprovechó con 39 errores no forzados, más del doble que su rival (16).
Williams venía de un recorrido en el torneo con muchos altibajos, yendo de menos a más ante Vera Zvonareva, Elina Svitolina y Garbiñe Muguruza, cediendo el primer set en estos dos últimos casos. Esta vez volvió a arrancar en desventaja (1-3), pero respondió a tiempo y no pasó sobresaltos en el tiebreak.
En ese desempate, Serena se escapó rápidamente por 4-1 y, cuatro pelotas después, quedó con triple chance de llevarse la manga. Las dos primeras, Keys las salvó con aces. En la tercera, nada pudo hacer ante un saque ganador de Serena.
Desde allí, una ráfaga. Quiebre de arranque para 2-0, otra rotura llegando a ventaja de 5-1 y una catarata de match points a disposición desde la devolución. Siete fueron los que dejó pasar en el séptimo game, con Keys resistiendo entre saques ganadores y bombas desde el fondo.
Ya con su servicio, y a la novena chance en total, Serena sentenció la victoria. Y algo más que eso: 23ª final de Grand Slam, N°1 reconfirmado y la posibilidad de alcanzar su 19° título Major, a la caza de Steffi Graf, con 22.
Foto: Getty Images
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