El Masters 1.000 de Miami, que se celebrará del 24 de marzo al 4 de abril, anunció la semana pasada su lista de inscritos con la presencia de todas las grandes estrellas. Pasados unos días ya se ha caído Roger Federer, una de las grandes atracciones del circuito en su regreso a la competición a las puertas de los 40 años.
El suizo, además, renuncia a defender la corona ganada en la edición de 2019. La pasada campaña no hubo torneo como consecuencia de la pandemia. Federer no quiere dar un solo paso en falso en su vuelta a la competición y ha elegido para ello torneos más pequeños como Doha y Dubái.
Su preparador físico, Pierre Paganini, ya ha dejado claro en el diario Tages-Anzeiger que "sus músculos se han deteriorado considerablemente".
Al certamen de Miami, que permanece en el calendario a diferencia de Indian Wells, suspendido por el coronavirus, se le pueden caer dos atractivos más. Y es que no está nada clara la participación de Novak Djokovic y Rafael Nadal.
El serbio, que ha igualado este lunes las 310 semanas como número uno de Federer, ya avisó que su objetivo son los 'Grand Slam' y que no le apetece estar viajando todo el año sin su familia.
Nadal, por su parte, sigue recuperándose de las molestias en la espalda que le han obligado a renunciar a los Open 500 de Rotterdam y Acapulco. Los protocolos que se encontrarán los profesionales en Estados Unidos tampoco ayudan a cruzar el charco en vísperas de la gira europea de tierra batida que tiene como punto culminante Roland Garros.
La organización de Miami ya ha confirmado que en la próxima edición no se utilizará el estadio de los Dolphins por la reducción en el aforo como consecuencia del coronavirus.
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