David Ferrer, máximo preclasificado, se impuso por 6-4 y 6-3 al italiano Fabio Fognini, segundo cabeza de serie, y se quedó con el título del ATP 250 de Buenos Aires por tercer año seguido.
Tercera vez consecutiva. Y sin dudas la más inesperada. No por sus condiciones, sino porque el español David Ferrer llegó a Buenos Aires dos días antes del inicio del torneo, a raíz de la baja a último momento de su compatriota Rafael Nadal. Su arribo improvisado no golpeó a su tenis en lo más mínimo. De menor a mayor, sólida semana.
El inicio de la final, todo de David Ferrer. El español comenzó con buen pulso y sacó una rápida ventaja por 3-0 ante Fognini, que, como en toda la semana, le tomó unos minutos ponerse en ritmo de partido. Hubo un intento de recuperación del italiano, que supo golpear con la devolución, pero Ferrer volvió a conseguir un break de distancia e inclinó la balanza a su favor.
Fognini, con la intención de recuperar terreno, pasó a mostrar un juego más ofensivo, pero se encontró con un verdadero problema: Ferrer devolvió todos sus disparos. Complicaciones varias para el italiano, que empezó a fallar más de la cuenta y además, por el trajín de las últimas semanas, comenzó a sentir dolores en la cadera.
Ferrer, que llegaba a la definición sin ceder sets, aprovechó a la perfección su momento y se quedó con el primer set por 6-4. Con el historial 6-0 (3-0 en clay) ante Fognini, la historia parecía tener una sentencia.
El español, con la ventaja, no sacó el pie del acelerador. Soportó con jerarquía los intentos de Fognini, que levantó sensiblemente su nivel, y se mantuvo expectante. Puso en problemas en el sexto game al italiano, quien, con su saque, llegó a estar break point abajo y mostró su impotencia lanzando la raqueta al piso. Fue una señal.
Ferrer no se lo llevó ahí (3-3), pero sí pudo hacer la diferencia en los siguientes juegos. El máximo preclasificado, que desde el lunes volverá a ser N°4 del mundo, quebró a su rival por tercera vez en el partido y luego, con su servicio, finiquitó el pleito luego de una hora y 15 minutos.
El español, de esta manera, conseguió tres títulos seguidos de un mismo torneo por tercera vez en su carrera: Acapulco (2010, 2011 y 2012), Auckland (2011, 2012 y 2013) y, ahora, Buenos Aires (2012, 2013 y 2014).
El italiano, por su parte, con esta caída puso fin a una racha de diez victorias: cuatro en Buenos Aires, cuatro en Viña del Mar (con título incluido) y dos en Copa Davis ante Argentina en Mar del Plata. Como dato positivo, alcanzó la final de los últimos cinco torneos que disputó sobre clay.
Foto: Getty Images
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