Nadal en una nueva final |
Con mucho sufrimiento y un tenis oscilante, el español Rafael Nadal venció por 2-6, 6-3 y 7-6 (10) a su compatriota Pablo Andújar (40°) y avanzó a la definición del ATP 500 de Río de Janeiro, sobre polvo de ladrillo y con 1.309.770 dólares en premios. El N°1 estuvo lejos de su mejor nivel y debió salvar dos match points en el tiebreak decisivo, pero se las arregló para alcanzar su undécima final consecutiva sobre clay y ahora espera por el ucraniano Alexandr Dolgopolov (54°), que en primer turno sorprendió a David Ferrer (4°) por 6-4 y 6-4.
Nadal tuvo un primer set para el olvido, con errores poco comunes en él, pelotas cortas y un muy bajo porcentaje de primeros servicios. Andújar, suelto y decidido, aprovechó las licencias que entregaba el N°1 y en poco más de media hora pasó al frente por 6-2.
En el segundo, el mallorquín creció con su saque y emparejó las acciones ante un agresivo Andújar, que no cesaba en su búsqueda y que seguía encontrando respuestas desde la derecha. Pero esta vez el nacido en Cuenca no aprovechó sus chances (tuvo dos break points, no concretó ninguno) y en la primera de cambio Nadal consiguió el quiebre necesario para igualar las acciones.
En el tercero, algo de drama: sin breaks hasta el séptimo game, Nadal se quedó con el saque de Andújar en su primera chance del set y pareció llevar el partido a un punto sin retorno. Pero Andújar no se resignó y fue por una nueva paridad, premio que gestó a puro derechazo, encontrando al manacorí siempre a contrapié.
4-4, entonces, todo volvía al primer casillero. Y así permaneció hasta el tiebreak, donde la incertidumbre se retrató en los primeros cinco tantos: ninguno quedó en manos del sacador. Pero a partir de allí se vio lo mejor de ambos y un final con mucha emoción y enormes puntos.
Pudo ser de Andújar en dos ocasiones, pero un gran segundo saque de Nadal y luego una devolución fallida lo privaron de la mejor victoria de su carrera. Nadal tampoco pudo de entrada. Cuatro fueron los match points que necesitó el manacorí, que cada vez que aceleraba se encontraba con una mejor respuesta del rival.
Andújar tuvo puntos de lucimiento en ese tiebreak final, pero también de inconsistencia para cerrar el partido. Misma irregularidad que lo llevó a entregar el encuentro con dos errores no forzados, tras dos horas y 46 minutos de juego.
Con todo, lo cierto es que Nadal está en otra final, la 22ª en sus últimos 23 torneos sobre arcilla. Solo Fernando Verdasco pudo con él en el medio. Fue en Madrid 2012, donde lo eliminó en octavos.
Por la otra llave, Dolgopolov pisó fuerte ante Ferrer y llegó a su primera final desde Washington 2012. El ucraniano debió jugar más de la mitad de los puntos con su segundo servicio, pero aun así no pasó sobresaltos y encaminó su mejor victoria de la temporada en una hora y 23 minutos.
De esta forma, Dolgopolov interrumpió la racha de Ferrer, que acumulaba ocho victorias en fila tras el título en Buenos Aires. En cuartos, también había frenado el envión del italiano Fabio Fognini, que venía de cinco finales seguidas sobre arcilla.
Foto: Getty Images
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