La rusa estuvo muy agresiva en la final |
Con una notable muestra de carácter, Maria Sharapova derrotó por 6-7 (4), 6-3 y 6-3 a Ana Ivanovic y se consagró en el WTA Premier de Sídney, sobre canchas duras y con un millón de dólares en premios. Con el título, quedará a 700 puntos de Serena Williams en la lucha por el N°1 del mundo, montando un duelo aparte hacia el Abierto de Australia.
Sharapova llegaba con solo nueve games cedidos en tres partidos, pero aquí debió correr de atrás por primera vez en el torneo. Además, con el agregado de la oportunidad desperdiciada, porque la rusa tuvo dos set points con el saque de Ivanovic en el primer parcial, pero no los pudo concretar y luego se le fue la manga en tiebreak.
La reacción, inmediata: segundo set sin entregar puntos de quiebre y rápida igualdad del encuentro. Y un tercer parcial que comenzaba en el mismo tono, con Sharapova quebrando de arranque y adelantándose por 3-0.
Parecía, entonces, que la rusa se encaminaba a una victoria tranquila, pero Ivanovic mantuvo su agresividad en la devolución y obstruyó hasta donde pudo su camino al título. De aquel 3-0, en efecto, se sucedieron cuatro quiebres en cinco games, hasta el decisivo 5-3 en que la N°2 del mundo sacó para partido.
Pero habría algunas dosis más de dramatismo: primero, con un challenge vital que salvó a Sharapova de quedar rápidamente 0-30. Luego, con dos match points magníficamente salvados por Ivanovic (dos devoluciones ganadoras) que nivelaban el desenlace. Pero otras dos pelotas en la red de la serbia terminaron con cualquier nueva chance de remontada.
De esta manera, Sharapova alza su trofeo N°34 en el circuito femenino y estira a 10-4 la ventaja sobre Ivanovic en el historial. Un cruce que ha reencontrado su mejor versión y que se presenta como otro de los clásicos para la temporada. El primero, fue para Maria.
Foto: Getty Images
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