El australiano sería sansionado |
El lamentable comentario de Kyrgios a Wawrinka durante el partido en el Masters 1000 de Montreal sobre su novia ha explotado en las redes sociales.
Aquella tarde de descubrimiento, mientras se abría julio de 2014, Nyck Kyrgios cayó simpático en la rígida pista central de Wimbledon, pues era "un tenista sin miedo", como dijo su compatriota Pat Cash. A sus 19 años, el australiano de padre griego y madre malasia, altísimo y mulatísimo, número 144 del mundo, desconocido del todo, eliminó a Rafael Nadal en octavos de final del Grand Slam con golpes embobadores y algún que otro gesto chulesco. Se le perdonó. Era un chaval exhibiendo todo su tenis ante el mejor jugador del planeta; una fiesta en la que, si hubo algún exceso, por novedoso se rió.
Pero en los meses posteriores se descubrió el 'problema'. Ese joven tan resuelto es, en realidad, un maleducado. Su última 'víctima' fue Stanislas Wawrinka la madrugada de este jueves, en el Masters 1000 de Montreal. Antes de vencer por 6-7 (8), 6-3, 4-0 y retiro por lesión lumbar, el joven se acordó de la antigua relación de la actual pareja del suizo, la tenista croata Donna Vekic, con su compañero Thanasi Kokkinakis, otra de las promesas del tenis oceánico, y gritó: "Kokkinakis se ha acostado con tu novia". El quinto del ranking ATP no lo oyó en directo , pero al ser informado comentó: "Es decepcionante ver como un compañero puede ser tan irrespetuoso, de una manera que ni siquiera puede imaginar. No le diría eso ni a mi peor enemigo. Es inaceptable".
El circuito ya prepara una sanción, que no será la primera. En el último Wimbledon, esta vez ante el francés Richard Gasquet, Kyrgios regaló un set que ya tenía perdido, negándose a restar múltiples puntos, para disgusto, esta vez sí, del público del All England Club. Le cayeron 1.800 euros de multa, aunque, a nivel mediático, le 'salvaron' los comentarios racistas en la televisión de su país de Dawn Fraser, leyenda de la natación. "Si no les gusta Australia, que se vayan a donde nacieron sus padres. No les necesitamos si actúan así", comentó desafortunada aludiendo también al alocado Bernard Tomic. La polémica, entonces, con razón, se centró en ella.
Aquel mismo Grand Slam recibió hasta cuatro castigos por soltar insultos y mostrar malos modales, algo habitual esta temporada. Aficionado a los deportes estadounidenses, celebra algunos puntos imitando a jugadores de la NFL; repite maldición, "¡Fuck!", siempre que cree que la ocasión lo merece; en un partido se negó a jugar tras discutir con un juez de silla; en otro se partió de risa cuando impactó con la pelota en la cabeza de una juez de línea; llamó "sucia escoria" al educadísimo árbitro Mohamed Lahyani; y, entre muchas otras cosas, jugando con el español Albert Ramos, empezó a torearlo en cada intercambio entre gritos de "¡Olé!".
Foto: Getty Images
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