Ambos exponentes listos para la final |
La final soñada. Y cuando arrancó el Abierto de Australia, una final menos prevista. No por falta de currículum de sus dos protagonistas: Roger Federer, cuatro veces campeón y ganador de 17 Grand Slam; Rafael Nadal, campeón en 2009 y ganador de 14 Grand Slam. A sus 35 y 30 respectivamente, el 17º y el 9º favorito regresaban a una cita como un grande tras varios meses alejados de las pistas. Quizá por ese impasse, por lo mucho que echaron de menos la competición, volvieron con más ganas que nunca. Y aquí están, en Melbourne, preparados para pelear por el Abierto de Australia 2017.
Será el capítulo 35 de una rivalidad que es, sin duda, uno de los clásicos por excelencia de la historia del tenis. Dos de los mejores jugadores que han existido jamás. Dos estilos contrapuestos. Dos personalidades distintas. Pero también, dos jugadores que se han respetado por encima de partidos, finales o títulos.
“Tenemos esta amistad especial que se ha creado a lo largo de los años”, reconoció Federer en octubre, cuando acompañó a Nadal en la inauguración de su academia en Manacor. “He disfrutado mucho de nuestra rivalidad a pesar de que mi récord con Rafa no es muy bueno. Siempre será mi gran rival, el gran rival que he tenido en mi carrera. Él me hizo mejor jugador. No había visto a nadie con tanto poder, topspin y fuerza en una sola persona”.
¿Cuál es el éxito de su rivalidad? También en octubre, Nadal respondió así: “No hemos dejado que los momentos de tensión o presión que hemos vivido dentro de la pista nos hayan nublado la mente para saber que el tenis no deja de ser un juego, algo que tiene un comienzo y un final”.
Los halagos no se acaban. Incluso cuando ya saben que se van a enfrentar en una final. “Creo que Rafa es un jugador increíble. Tiene golpes que nadie tiene. Tiene esa capacidad física y mental de aguantar a un nivel muy alto durante años, y horas y horas seguidas durante una semana. Ha vuelto de muchas lesiones. Hizo que pareciese fácil. Y no lo es”.
“Para mí es muy especial jugar contra Roger en una final. Es genial. Es muy emocionante para mí, para los dos, seguir aquí peleando por eventos importantes”, corroboró Nadal.
Los números y precedentes dan una ligera ventaja al español:
- Domina los enfrentamientos entre ambos por 23-11.
- En finales, Nadal tiene un 14-7 ante Federer (9-7 en pista dura).
- Se han medido en tres ocasiones en el Abierto de Australia y en las tres, venció el español. La final de 2009 es para ambos, uno de los mejores partidos que jamás han jugado (ganó Nadal).
- En Grand Slams, el mallorquín también domina el cara a cara con un 9-2 y 6 victorias consecutivas.
“De eso hace mucho tiempo. Es un partido diferente, un momento diferente para ambos. Creo que este partido será completamente diferente a lo que haya sucedido en el pasado. Estoy convencido que ganará quien juegue mejor”, avisó Nadal, que podría convertirse en el primer hombre en la Era Open y tercero en la historia en ganar los cuatro Grand Slams dos veces.
Para Federer, campeón en 2004, 2006-07 y 2010, la historia también está en juego:
- Podría convertirse en el primer hombre en la historia en ganar cinco o más títulos en tres Grand Slams diferentes (tiene 7 Wimbledon, 5 US Open, 1 Roland Garros y 4 Abiertos de Australia).
- El suizo se llevó el último duelo entre ambos en la final de Basilea en 2015.
- Podría ampliar su récord absoluto (masculino) en No de Grand Slams. Tiene 17.
- Son 28 finales de Grand Slam para el jugador de Basilea (más que ningún otro jugador).
- Busca convertirse en el segundo hombre en la Era Open en ganar un Grand Slam pasados los 35 años (Ken Rosewall ganó tres pasados los 35).
- La final será su partido No. 100 en el Abierto de Australia. Sólo Jimmy Connors en Wimbledon (102) y US Open (115) le supera.
Muchos son los datos y las estadísticas. El domingo la final será histórica. Un clásico para recordar. Un partido para la eternidad.
Foto: Getty Images
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