Novak Djokovic tambaleó en su duelo de octavos ante Marin Cilic, pero terminó abriéndose paso a cuartos de final en Indian Wells, torneo olvidable para los grandes favoritos. Para el serbio, sin embargo, hay que mirar el otro lado de la ecuación: "Es positivo para el deporte que surjan nuevas caras y ganen en los torneos grandes".
"Hoy por hoy es duro para cualquier jugador top mantenerse arriba. Soy conciente de lo que está pasando. Hay que aceptar que todos están mejorando y quieren ganarte para seguir creciendo. Esa es otra razón para seguir entrenando duro: evolucionar uno mismo y competir con estos muchachos", enmarcó Djokovic.
El serbio tuvo un arranque muy flojo ante Cilic y rápidamente quedó 6-1 abajo, potenciando las irregularidades mostradas ante Hanescu y González: "Estaba en calma, pese al resultado. Tenía la cabeza tranquila. Simplemente acepté el hecho de que él empezó mucho mejor que yo, agresivo, sacando increíble y sin fallar un golpe. No pude hacer mucho, realmente".
"Pero siempre creí que podía volver al partido. El segundo set fue una historia completamente distinta. Me reseteé y me mentalicé en que ese era recién el inicio del juego. Me olvidé del primer set y de ahí en más jugué bien, con la intensidad que quiero tener y que espero conservar", completó Nole.
En efecto, en las últimas dos mangas Djokovic mostró todo su potencial y ofreció su mejor pasaje en el torneo, ante un jugador que venía en racha, con 16 victorias en sus últimos 17 partidos.
Ahora, el máximo favorito en carrera espera en cuartos por el francés Julien Benneteau, quien en segunda ronda sacó a Jo-Wilfried Tsonga y va por su primea semifinal de Masters 1000.
Foto: Getty Images
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