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| El argentino en su mejor semana |
Este sábado, el argentino dejó fuera de carrera a Rafael Nadal por 5-7, 6-4 y 7-6 (5) y se metió en la definición de los Juegos de Río, donde espera por Andy Murray.
Medalla asegurada para el tandilense -y segunda para el deporte argentino en Brasil-, que ya había sido bronce en Londres 2012.
Fue un partido épico, de más de tres horas de acción, con dominio repartido y un final sencillamente increíble.
El argentino incluso arrancó encendido en el primer parcial, quebrando de entrada con una gran derecha invertida y tomando rápido margen de 3-1.
Pero allí Nadal empezó a entrar en ritmo, apenas 12 horas después de haber ganado el oro en dobles, y en su tercer juego de devolución pudo recuperar el break para nivelar en 3-3.
Sin nuevas chances de quiebre, el destino del set pronto parecía encaminarse a un desempate. Pero Nadal aprovechó un pasaje de duda de Del Potro, se abrió paso con una tremenda derecha paralela después de cargar el juego sobre el revés del argentino y cerró la cuenta con uno de los 15 errores no forzados que su rival acumuló en la manga (contra apenas 5 del mallorquín).
El segundo capítulo tuvo un inicio análogo, con tres derechas fabulosas de Del Potro para quebrar y escaparse nuevamente hasta 3-1. Pero esta vez el argentino encontró respaldo desde el servicio y con un tramo final de 12-1 en puntos en ese rubro pudo llevar las cosas a un tercer set.
Esa recta final tuvo de todo: paridad hasta 4-4, quiebre de Del Potro y chance de sacar para partido. Pero del otro lado estaba Nadal: el español primero rompió ¡en cero! el servicio del argentino, con el que fue acaso el mejor punto del partido, y luego salvó un 0-40 para ponerse 6-5 al frente.
Del Potro pudo recomponerse con el saque, llevó las cosas a un tiebreak y ya ahí estiró el impulso con un primer miniquiebre que le dio nueva diferencia de 3-0.
Con esa brecha, el argentino enseguida quedó 6-4, con doble pelota de partido. La primera, con el saque, se la frustró una brutal defensa de Nadal. Pero había otra moneda girando en el aire. Y una derecha ancha del mallorquín sentenció el punto final de un libreto soñado para el argentino.
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| El escocés va por el oro olímpico |
Después de estar contra las cuerdas en octavos y cuartos de final, Andy Murray tuvo una presentación sin fisuras ante Kei Nishikori y se metió nuevamente en la final de los Juegos Olímpicos.
Campeón en Londres 2012, el escocés se impuso este sábado por 6-1 y 6-4, asegurándose una tercera medalla olímpica (fue también bronce en dobles mixto, cuatro años atrás).
Murray tomó las riendas del partido desde el primer momento, ante una desconectada versión de Nishikori, casi una extensión de sus peores momentos en el cruce de cuartos ante Gael Monfils, donde incluso estuvo tres veces match point abajo.
Quiebres rápidos en ambas mangas le permitieron entrar fácilmente en control al británico, que no debió afrontar una sola chance de peligro con el servicio.
Acaso su único momento de zozobra haya sido al sacar para partido (5-4), cuando una mala decisión en la red y una buena devolución de Nishikori le frustraron dos match points y dejaron las cosas 40-40. Pero poco duraría el suspenso.
De esta forma, Murray accede a su 59ª final en el circuito (38 títulos) y ahora buscará ser el primero en repetir un oro en la historia olímpica de la Era Abierta.
Foto: Getty Images
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