El alemán con gran futuro por delante |
Ambos llegaban con grandes antecedentes. Zverev venía de lograr su primera victoria ante un Top 10, en semifinales ante Tomas Berdych, mientras que Wawrinka arribaba con el título del US Open en los hombros y una notable marca de haber ganado sus últimas once finales. Esta vez la historia quedó en manos del alemán.
Zverev tuvo un inicio de partido perfecto y aprovechó de maravillas las imprecisiones de Wawrinka, pero el duelo tuvo un giro rotundo en el segundo set, en el que se invirtieron los roles.
En el parcial decisivo parecía todo irse de las manos para el joven alemán, que iba en busca de su primer título tras sus caídas -este año- en las finales de Niza y Halle. Errores, reproches e incluso un enojo que le valió una advertencia del árbitro por tirar una pelota a la tribuna. Y claro, el marcador adverso: 0-3.
Pero Zverev recuperó el pulso, firmó un quiebre clave para achicar cifras y se bancó la presión de verse 3-4 y 4-5 con su servicio. Ahí, en el decisivo 5-5, una nueva rotura del alemán, que luego supo cerrar con autoridad la historia tras dos horas y 25 minutos de acción.
Foto: Getty Images
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