El español suma su primer título del año |
Rafa Nadal nunca había ganado un torneo en el mes de enero. Lo más cerca que estuvo fue la final que perdió en 2010 en Doha ante Nicolay Davydenko en la que dejó escapar dos bolas de partido. El balear pudo sacarse la espinita en el arranque de este ejercicio al imponerse en la final del torneo qatarí a Gäel Monfils por un marcador de 6-1, 6-7(5) y 6-2 tras dos horas y dos minutos de juego en un choque disputado en una abarrotada Pista Central del Khalifa Tennis Centre. La victoria de Rafa, la primera de un español en este torneo desde que forma parte del circuito ATP en 1993, supone acabar con la hegemonía francesa en Doha (triunfos de Jo-Wilfred Tsonga y Richard Gasquet en 2012 y 2013).
Nadal llegaba a la final con el doble de tiempo en pista que Monfils (cuatro horas del francés y ocho del español), por lo que es lógico que quisiera poner una marcha de más al encuentro desde el primer instante. Aprovechó el momento contemplativo de Gäel en el arranque para tomar los mandos de los intercambios y sacó brillo a su derecha para firmar el primer break del partido. No se conformó con ir por delante sino que quiso abrir brecha en el marcador. Sin apenas intercambios, sin mucho respiro, forzando el error del rival, Rafa llegó al 5-0 a su favor en apenas 17 minutos de acción. Luego el francés logró el juego de la honra, pero el set ya se le había escapado.
Partido de menos a más
Monfils quiso recordar las dos veces que había ganado a Nadal (de diez enfrentamientos previos), las dos en el mismo tapete que hoy le parecía arenas movedizas. Cambió de estrategia. Dejó aparcadas las timoratas subidas a la red y se plantó en el fondo de pista abriendo ángulos imposibles. El resultado fue verse por delante en el luminoso por primera vez en el duelo (3-0, 4-1). Sin embargo, cuando la bestia balear volvió a despertar, el galo tuvo que recular, perdió sitio en pista a la par que confianza y vio como su ventaja se esfumaba como oasis en el desierto. El tramo final del set no desmereció a nadie. Bonito abanico de golpes que aliviaban las ganas acumuladas de buen tenis. Intercambios de ida y vuelta que precipitaron el desenlace al tie-break, muerte súbita donde Monfils logró la empresa de llevar la final al tercer y definitivo set.
Rafa volvió a ponerse el mono de trabajo para afrontar el último acto. Tentó a la suerte en el segundo juego, donde desperdició un 15-40, y la agarró con fuerzas en el cuarto logrando el ansiado break. Caía la noche en Doha pero no se podían bajar los brazos. Monfils se resistió a hincar la rodilla y tuvo sus opciones en un maratoniano quinto parcial en el que dejó escapar cuatro bolas de ruptura (0-40 incluidos). Fue la puntilla de un partido que se consumió como el reloj de arena, coronando a Nadal por primera vez en su carrera en estos lares. Es el primer título del curso del balear y de la 'Armada española'.
Nadal acumula en su haber 61 títulos, siendo el octavo tenista de la historia que más colecciona. Por delante tiene aún a los Guillermo Vilas (62), Björn Borg (64), Pete Sampras (64), Roger Federer (77), John McEnroe (77), Ivan Lendl (94) y Jimmy Connors (94).
Foto: Getty Images
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