Día de hablar ante los medios. Así fue el viernes para algunas figuras, como el caso de Roger Federer, el primero en dar sus impresiones con vistas al US Open, el cuarto y último Grand Slam de la temporada, en el caliente cemento de Nueva York.
El suizo llega con una derrota contundente e inesperada ante el ruso Andrey Rublev, en Cincinnati, después de la dramática final perdida en Wimbledon ante Novak Djokovic, cuando dispuso de dos puntos para ganar el partido y con el saque a favor. “En Cincinnati perdí temprano, pero a veces tiene que suceder así para moverte desde la dificultad. Necesito recuperarme, entrenar duro y estaré listo", afirmó.
El N°3 del mundo, dueño de cinco títulos -y seguidos- en el Abierto de Estados Unidos, el último en 2008, agregó: "No me estoy presionando más, sé que va a ser difícil y no me voy a convertir en un favorito absoluto como hace 11 años. Sé cómo abordar mentalmente este torneo. Después de Wimbledon me senté, tomé una copa de vino con mi esposa y pensé 'bueno, en la semifinal jugué muy bien, y en la final también muy bien".
El suizo fue consultado sobre cómo cambió la devolución con los años. Y utilizó a Nadal y Djokovic como ejemplos. "Sin una gran devolución no hay victorias, así de simple. Probablemente no sea tan importante como el servicio, pero es sorprendente cómo mejoré en los últimos 20 años", contó.
"Esta vez llego bien al US Open, ya veremos", destacó el suizo, de 38 años recién cumplidos, quien disputará el primer Grand Slam con esa edad. Federer es el dueño del récord de títulos en los Majors, con 20, y seguirá librando una batalla con sus seguidores, el español Rafael Nadal, que ganó 18, y el serbio Novak Djokovic, con 16. Por eso, Nueva York es otra cita con la historia.
Justamente, Djokovic, que obtuvo cuatro de los cinco últimos Majors y es el defensor de la corona en Nueva York, podría ser su adversario en una semifinal, con Nadal como probable rival en la gran final del torneo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario