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| La checa en su primera final de GS |
Lucie Safarova es la primera finalista de Roland Garros 2015. La centroeuropea mantuvo el fantástico nivel de tenis e inspiración que ha imperado durante todo su periplo en París, derrotando en dos mangas a la serbia Ana Ivanovic. Nunca se descompuso tras un arranque voraz de la balcánica, finalizando el choque con cierto sufrimiento a la hora de cerrar, cosechando su primera final de un major. Espera por Serena Williams o Timea Bacsinszky.
El partido tiene de todo y no necesariamente bueno, pero sí emocionante y con constantes vaivenes. Lo primero es el contraste. A pesar de ser jugadoras ofensivas, Safarova tiene golpes más versátiles desde el fondo, un punto mayor de consistencia y palancas más amplias para mezclar el golpe ganador con intercambios de ritmo alto pero no definitivo. Es Ivanovic quien juega con ello y trata de posicionar el partido a su favor: jugando muy agresiva y anticipando cada bote con un punto de locura. Segundos servicios atacados ferozmente, derechas invertidas tomadas casi a bote pronto. Ana no quiere entrar en el terreno de la checa.
Es en ese arranque donde la serbia construye un discurso ganador. A priori parece un plan de rango corto y de acierto prolongado. Un 5-2, efervescente y fugaz, le da una ventaja suficiente y merecida para cerrar el partido. Ya el séptimo juego cuesta cerrarlo, anticipio de la reacción de Safarova, que imita a Nadal y cierra los márgenes de la pista para darle la vuelta al marcador. Ana pasa, progresivamente, a posiciones más defensivas, deja de leer los primeros saques de Lucie y cede el mando del encuentro.
La remontada es directa, sin más margen que el de ganarlo todo hasta el 7. Del 5-2 al 5-7. Safarova se procura tres puntos de rotura y abrocha dos. Ha invertido los papeles, ha recuperado la versión que derrotó a Sharapova y Muguruza y hace sostenible lo que Ana no pudo. Más variantes en sus golpes de fondo. La confianza cambia de lado. Ivanovic, sin ganadores ni agresividad, se desorienta, volviéndose una oponente más abordable. Desde el duro golpe sufrido, su tenis sufre y la toma de decisiones carece de sentido en el segundo set.
Safarova rompe en el tercero y camina firme a cerrar sin afrontar bolas de rotura. El partido no tiene aparente rendija por la que la serbia pueda colarse. Es la checa quien siente el vértigo. Tres dobles faltas y un ajustado juego de ventajas y deuces dan la oportunidad a Ana de reengancharse cuando su rival sirve para finiquitar. 5-5. Un resto profundo sobre el 2º servicio y un drive estrellado a la red de Ana dan un 0-30 a Safarova que reduce el impacto de su servicio quebrado. Ivanovic, que juega el segundo set a trompicones, termina cediendo ante la mayor estabilidad de los golpes de la nueva top-10 mundial. En el mejor momento de su carrera, Safarova presenta lo suficiente para coronarse en París. Lo ha demostrado.
Foto: Getty Images
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