Cuatro rondas con sets perdidos en el camino, molestias físicas, tos recurrente, una final que parecía encaminada y se complicó más de la cuenta. El recorrido de Serena Williams en París fue más que particular, pero la última postal fue la de siempre: ella y el trofeo.
"Cuando yo era una chica, en California, mis padres querían que jugara al tenis. Hoy estoy aquí, con 20 títulos de Grand Slam...", rió la estadounidense en la conferencia de prensa, después de vencer a Lucie Safarova por 6-3, 6-7 (2) y 6-2.
"Es algo muy especial para mí. No siempre he jugado bien en este torneo, pero me complace que el 20° haya llegado aquí", agregó.
"De los 20, este es el más dramático, por lejos", amplió luego Serena en diálogo con la prensa. "Ni siquiera me entrené el día previo, había estado con fiebre... simplemente venía siendo todo una pesadilla".
Consultada sobre su derrumbe en pleno encuentro, donde dejó pasar una ventaja de 4-1 en el segundo set (doble quiebre) y en el que también falló sacando para partido, confesó: "Simplemente me paralicé. Me quedé sin primeros servicios, hice un montón de doble faltas. Me ganaron los nervios. Era un gran momento ganar el 20°".
Además, la N°1 tuvo palabras de elogio para Safarova, ya Top 10 desde el próximo lunes: "Lucie ha sido una magnífica rival. Lo hizo realmente bien. Haber sacado adelante un partido así es un sueño".
Foto: Getty Images
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