El búlgaro renueva ilusiones |
"Voy a ser honesto, ha sido muy duro", comentó Grigor Dimitrov al momento de sacar conclusiones de su campaña de 2015.
Las expectativas eran altas para Dimitrov entrando a la temporada. El diestro parecía estar al borde de darse cuenta de su enorme potencial a finales de 2014, después de haber subido al octavo lugar del mundo.
Pero los diversos resultados en el primer semestre de 2015 derivaron en un cambio en el equipo el europeo, quien se separó del entrenador australiano Roger Rasheed tras su eliminación en la tercera ronda de Wimbledon. Él terminaría la temporada justo dentro de los primeros 30 del mundo, en el puesto Nº 28, siendo sus mejores resultados las semifinales en Brisbane y Estambul.
"En algunos momentos, algunas dudas han entrado en mi cabeza y a pesar de que estoy trabajando, a veces me he sentido quedado corto", explicó Dimitrov, según reproduce el sitio oficial de la ATP. "A pesar de que yo estaba trabajando fuerte, todavía no tenía una buena percepción de mí mismo. Yo estaba como, 'OK, estoy trabajando duro, pero nada mejora, nada está dando sus frutos".
"Pero eso es parte del juego y ahora mismo estoy empezando a entender lo que me pasó este año y todos los errores que cometí. En cierto modo, tan negativo como lo ha sido, creo que es bueno todo lo que me sucedió. Yo he experimentado ambos mundos ahora. Un día eres Top 10 - Yo estuve Nº 8 en el mundo – y al día siguiente estaba Nº 28. Así que es un gran contraste para mí y estoy mirando las cosas de una manera diferente en este momento".
Aunque bien puede llegar a ser una curva de aprendizaje, esta llegó en un momento en que esperaba seguir mejorando en su carrera y empezar a luchar por grandes trofeos en 2015, donde Dimitrov vivió obstáculo tras obstáculo, decepción tras decepción. Fue a veces demasiada frustración junta para digerir en una temporada para el búlgaro.
"Me gustaría poder decir que este año sólo ha servido para formar más mí carácter, pero pasaron demasiadas cosas", reflexionó. "Lo más importante dentro y fuera de la cancha fue haber estructurando un equipo, que es una de las cosas más difíciles que hay. Creo que eso me costó mucho. Cuando las cosas no están en su lugar, tiendo a ser un poco impaciente y sólo quiero hacer lo que es correcto para mí. Al hacerlo, sentí que descuidé mi juego mucho con la forma en que la he estaba practicando y la forma en que he estado haciendo cosas. Sólo puedo culparme a mí mismo por eso y a nadie más".
Pero es con una sensación de emoción y esperanza con la que Dimitrov terminó su campaña 2015. Sólo tienen que revisar su cuenta de Instagram para ver que Dimitrov es un joven que ama la vida. Y es difícil mantener ese espíritu y esa energía subyugada por mucho tiempo.
El nativo de Haskovo contrató al entrenador y mentor de Juan Martín del Potro, Franco Davin, en su equipo justo antes de la gira asiática. Después de sólo unas pocas semanas juntos, la autopercepción de Dimitrov ya ha dado un gran cambio. "Es bueno finalmente sentirse vivo de nuevo, y creo que eso me está ocurriendo a mí en las últimas semanas", reveló. "Siento que tengo la chispa de antes y me siento motivado y esa es una muy buena sensación". El búlgaro cerró la temporada perdiendo en la tercera ronda en el BNP Paribas Masters en París, donde consiguió su victoria más importante desde mayo cuando sorprendió al Nº 11 del ranking Marin Cilic en la segunda ronda antes de caer contra David Ferrer.
Tras haber comenzado sus preparativos de la pretemporada en Montecarlo, Dimitrov ahora continuará su trabajo con Davin en la Florida. Con una base más estable fuera de la cancha, el búlgaro está ansioso por lo que pueda pasar la próxima temporada. Pase lo que pase, no será por falta de trabajo duro o por honesta auto-reflexión. "Tengo muchas ganas de enfocarme en lo que pueda pasar a largo plazo ahora, por todo lo que he hecho", dice Dimitrov. "Tomé mucho tiempo estructurar un buen equipo. Siempre es difícil encontrar a las personas adecuadas a tu alrededor, pero una vez que las tienes, tienes que atesorarlo y trabajar".
Foto: Getty Images
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