Fish dijo adiós |
Este fue el año elegido entre otros por Robin Soderling, Mardy Fish y Robby Ginepri para poner definitivamente punto y final a sus carreras. Si bien otro peso pesado del tenis mundial como el australiano Lleyton Hewitt ha anunciado que lo dejará, no se hará efectivo hasta enero de 2016, cuando finalice su participación en el Abierto de Australia.
Robin Soderling (Tibro, 1984) anunció esta misma semana que definitivamente cesaba en su intento de volver a competir de manera profesional. Aquel que rompiera la imbatibilidad de Rafa Nadal en Roland Garros en 2009 llevaba ni más ni menos que cuatro años combatiendo la mononucleosis. Desde que se fuera del circuito en el verano de 2011 no había vuelto a disputar un partido ATP. El sueco se resistió durante este tiempo a darse por vencido, manteniendo ciertas esperanzas de regresar. Finalmente ha tenido que decir adiós el último gran tenista escandinavo de una larguísima lista, finalista en dos ocasiones (2009 y 2010) del Abierto de Francia.
La retirada de Mardy Fish (Edina, 1981) era un secreto a voces desde hacía largo tiempo. Entre el US Open de 2012 y su US Open final de 2015, solo mediaron 15 partidos individuales. Tres años de penurias, miedos y ansiedades, donde el tenis era lo último para el cuatro veces finalista de Masters 1000. Los cada vez hoy en día más recurrentes problemas de corazón fueron la causa de la salida del circuito de Fish. El de Minnesota se había topado con una segunda juventud que pocos esperaban y que al tenis estadounidense le venía de perlas dado que el gran amigo de Fish en las pistas, Andy Roddick, estaba empezando a dar síntomas de cansancio.
En 2012 Mardy comenzó a experimentar de forma frecuente arritmias cardiacas que terminaron por alejarle de las pistas. En 2013 apenas jugó y en 2014 ni se le vio. Tras saberse con exactitud su cuadro médico se barruntaba su despedida, pero Fish luchó contra sí mismo para poner el colofón a su carrera de la mejor manera posible. El año 2015 acabaría siendo su particular tour de despedida con paradas en Indian Wells, Atlanta, Cincinnati y Nueva York. Su último duelo como profesional lo vivió frente al toledano Feliciano López en la segunda ronda del US Open. Se echará mucho de menos su gran juego ofensivo, netamente de pistas rápidas, con un devastador servicio y hábiles manos para el revés y la volea.
El otro gran adiós del tenis de las barras y estrellas ha sido el de Robby Ginepri (Acworth, 1982). Lo de Ginepri no ha sido tan dramático como el caso de Fish, aunque su historia no está exenta de amargura. Tremendamente prometedor en sus inicios, su carrera se fue diluyendo como un azucarillo. La gran explosividad en sus movimientos y en sus tiros le dieron grandes réditos un verano de 2005, en el que consiguió colarse en las semifinales del Abierto de los Estados Unidos. Joven y descarado, parecía poder comerse el mundo. No fue así. El mundo más bien le comió a él. Tuvo que enfrentar problemas de lesiones pero el mayor problema quizá fuera su cabeza, la cual no acabó de estar 100% en el tenis. En los últimos tiempos vagó sin rumbo por diversos Challengers de su país, como una sombra de lo que fue y pudo haber sido.
Volviendo al tenis escandinavo, Soderling no ha sido el único que se ha despedido. El finlandés Jarkko Nieminen (Masku, 1981) también ha colgado la raqueta esta temporada. Su casa dentro del circuito ATP, es decir Estocolmo, fue el lugar elegido por el finés para cerrar su periplo profesional. La regularidad fue la nota predominante en la carrera de Nieminen. Alcanzó los octavos de final en todos los Grand Slams y en tres de ellos la antepenúltima ronda. Un zurdo muy aguerrido, ejemplo de lucha y deportividad que deja un profundo vacío en un país, Finlandia, poco acostumbrado al deporte de la raqueta.
Menos mediáticas han sido las despedidas de tenistas tales como Michael Russell, Wayne Odesnik, Florent Serra o Eduardo Schwank. Especialmente longeva fue la carrera de Russell. El estadounidense de Detroit se caracterizó por ser un jugador muy atípico para ser americano. Nada cañonero, paciente y muy rocoso desde la línea de fondo, más propio de un tenista de Tandil o de Valencia que de Michigan. Siempre se le recordará por aquel duelo en Roland Garros frente al gran Gustavo Kuerten en el que obligó a ‘Guga’ a salvar una bola de partido. Kuerten ganaría ese Abierto de Francia de 2001. Con 37 años colgó la raqueta Russell, batallando en los últimos tiempos por los torneos Challenger.
El francés Florent Serra y el argentino Eduardo Schwank nunca acapararon demasiado la atención de los focos. Si bien el albiceleste llegó a disputar una final de Copa Davis jugando el dobles junto a David Nalbandian en Sevilla en 2011 y forzando el cuarto punto de aquella eliminatoria. Serra siempre se vio en un segundo plano en el tenis galo ante la gran generación de tenistas franceses con los que le tocó lidiar.
Otros que lo dejaron en este 2015 que se va fueron el checo Jan Hajek, que formó parte del equipo checo de Copa Davis que jugó contra España en el Sant Jordi, el suizo Michael Lammer, el estadounidense Ryan Sweeting, ganador en la tierra verde de Houston o el tailandés Danai Udomchoke.
Foto: Getty Images
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