Stan en su última conferencia en París |
El suizo colocó sus famosos pantalones al lado del trofeo en su rueda de prensa de despedida y añadió: "Es una pena que no pueda usarlos también en Wimbledon".
Seguramente el hombre más feliz del mundo en estos momentos. Aunque a veces no lo demuestre. Stan Wawrinka aterrizó en su última rueda de prensa tras cosechar el segundo Grand Slam de su carrera, el que le sitúa como nuevo campeón de Roland Garros doce años después de lograrlo en 2003 siendo un júnior. “He hecho el partido de mi vida”.
Parecía imposible tumbar al número uno del mundo, pero un suizo con el que nadie contaba nos despertó de esta monotonía. “Jugué agresivo y profundo, muy rápido con mi juego de pies, ésta fue la estrategia que llevé a cabo. Djokovic empezó muy bien pero sabía que las cosas podían cambiar de un momento a otro. Estoy realmente sorprendido por la manera en la que jugado, quince minutos ante de entrar al campo staba muy nervioso, pero no se ha notado”, afirmaba el tenista de Lausana.
“Todavía no me puedo creer que haya ganado el Abierto de Francia, estoy muy orgulloso de mi juego, soñaba con poder ganar aquí algún día. Djokovic es un jugador muy complicado de jugar, además es un buen amigo. Espero que algún pueda conseguir aquí este gran título que le falta, se lo merece”, añadía el helvético acerca de un rival que vio como se le escapa su tercera final en la Philippe Chatrier.
El equipo |
¿La clave del éxito? Quizá la ausencia de focos. “El año pasado era una de los favoritos y perdí en primera ronda. Este año nadie habló de mí y he ganado el torneo. Avanzamos lentamente. Tuve una gran reacción después del torneo de Montecarlo. Una conversación allí con Magnus Norman fue crucial, me ayudó a encontrar el equilibrio entre el tenis y mi vida privada”, realta el pupilo del sueco, un entrenador que ya se ganado todo el respeto después de sus logros con Robin Soderling y ahora con Stan Wawrinka.
"La verdad es que es increíble decir que tengo una medalla de oro olímpica, dos Grand Slam y una Copa Davis. Al principio del partido casi no podía moverme de lo nervioso que estaba. Mi confianza se multiplica a medida que avanzan los torneos, poco a poco voy siendo consciente de mi nivel y eso me ayuda luego a vencer a los mejores jugadores”, explicaba el jugador hevético ante cientos de periodistas tras confirmar que también ha pasado por sus momentos de dudas: "Pensaba que nunca volvería a ganar un Grand Slam”.
Los más atrevidos ya intentan buscarle un hueco entre la 'monarquía' de la ATP. “No sé lo que tengo que mejorar para estar dentro del 'BigFour'. De momento estoy muy satisfecho con mi carrera hasta ahora. No quiero compararme con ellos, he podido ganar dos Grand Slams enfrentándome a dos de ellos en la final y con eso me quedo”, palabras de un hombre que esta temporada marca un registro de 7-2 ante miembros del top-10.
Por último, no se podía escapar la pregunta sobre sus peculiares pantalones, esos que han estado acompañándole durante estos quince días inolvidables. “Todos hablaban de mis pantalones cortos, a mí me gustan, quizá sea el único. Me alegro de haber ganado Roland Garros con ellos. Es una lástima que no pueda llevarlos en Wimbledon”, declaraba sonriente el vigente campeón de Roland Garros.
Foto: Getty Images
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