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Por primera vez en 16 años de carrera, David Ferrer experimentó una sensación nueva esta última temporada en el que su cuerpo no estuvo correspondido con su mente.
En una nota con el diario "El País" de España reconoció las dificultades que transitó en el año: "Terminé 20º del mundo. Pero estoy tranquilo. Aceptando lo que ocurrió porque perdí más que a lo largo de toda mi carrera. En el fondo es algo normal, algo que tenía que pasar, porque a todo deportista le llega este momento".
“No me encontraba. Estuve unos meses perdido, sin respuestas”, explica el tenista nacido en Alicante hace 34 años.
Deseoso de dar vuelta la página y zanjar un año sin títulos Ferrer no se rinde y redobla la apuesta: “Aún me queda cuerda, claro que sí. Mi deporte todavía me llena”.
"Hubo momentos tristes en los que no te sientes válido tenísticamente, pero no pensé en dejarlo. Tengo muy claro que nunca volveré a ser de nuevo jugador de tenis y a sentir lo que se siente en una cancha, así que quiero aprovecharlo hasta el final", declaró sin ponerse colorado.
Y concluyó: "Mi trayectoria había sido muy estable durante muchos años. Pero a veces te entra un poco más la ansiedad y no asimilas ciertas cosas. Tienes que pasar por ahí y aceptarlo para seguir. Hay momentos complicados en tu vida profesional y personal, y hay que aprender de ellos para ser mejor".
Foto: Getty Images
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