Tras el sorpresivo anuncio de la ITF con la sanción de 18 meses para Viktor Troicki luego de que el serbio "se negara" a entregar una muestra de sangre durante un control antidóping en Monte Carlo, el jugador realizó su descargo, arremetió contra la doctora que lo atendió aquella semana y afirmó que va a apelar al Tribunal de Arbitraje Deportivo de Lausana (TAS, por sus siglas en francés).
"Estoy destruido y exhausto. Sin palabras. No hago más que pensar en esto. Siento que el mundo que ayudo a construir día a día me dejó caer. Es la peor sensación que uno pueda imaginar. Pero soy un luchador y voy a seguir luchando. No quiero dejar de jugar. Voy a apelar, confío en el TAS. Realmente espero que busquen y encuentren la verdad, que es una sola", expresó Troicki en un comunicado.
El serbio dijo haberse comunicado ya con su compatriota y amigo Novak Djokovic, N°1 del mundo, y haber recibido su solidaridad: "Hablé con Novak y me dijo que está seguro de que todo va a terminar bien porque soy inocente y que la ATP debería apoyarme en esto. También lo charlé con Andreas Seppi, mi compañero de dobles, y otros jugadores. Todos están tan shockeados como yo y creen que es algo ridículo. Podría haberle pasado a cualquiera de ellos".
¿Cuál es su versión de los hechos? "Me sentía muy mal aquel día, antes, durante y después de mi partido de primera ronda ante Jarkko Nieminen, luego del cual fui seleccionado para una prueba de orina y sangre. Me bañé, elongué y fui al control. Di la muestra de orina y le comenté a la doctora que me sentía realmente mal y que creía que dar la muestra de sangre me haría sentir todavía peor. Siempre me afecta cuando me extraen sangre y ese día tenía miedo de terminar en el hospital".
"La médica a cargo me dijo que lucía muy pálido -siguió su argumento- y que podría saltear el testeo si escribía una carta de explicación a la ITF al respecto. Ella me dictó la carta y me dejó ir sin dar la muestra. Fue realmente una ayuda para mí y entendió cómo me sentía".
En el comunicado oficial difundido por la ITF el miércoles, la Federación consignaba haber concluido que la doctora no había sido lo tajante que Troicki sugiere y que, por el contrario, le había advertido que no podía garantizarle que el sentirse enfermo fuera motivo suficiente para evitar una sanción.
El serbio insiste con que la equivocación fue de la médica y no de él: "Ni siquiera estoy enojado con ella. Creo que tal vez le advirtieron que cometió un gran error al dejarme ir y entonces ahora se echó para atrás y quiso salvar su trabajo. Pero yo estuve seguro en todo momento que no corría ningún riesgo. Confié completamente en lo que me decía, igual que mi coach, Jack Reader, que estuvo conmigo en aquel momento y presenció todo el procedimiento. Ojalá hubiera grabado esa conversación. Todo esto no existiría si lo hubiera hecho".
Además, Troicki remarcó que la mañana siguiente volvió y dio la muestra de sangre y que ambos resultados [el de sangre y el de orina entregado el día anterior] "dieron negativo... totalmente limpios". "Ya había sido sometido a controles de sangre unas cinco veces y de orina otras tantas más. Nunca omití una prueba. Pero ahora estoy siendo tratado como un criminal y no he hecho nada. Le tengo miedo a las agujas y siempre me ha traído problemas dar sangre. Pero nunca me negué. Estoy limpio y siempre lo estaré".
Foto: Getty Images
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