CIBULKOVA EN SU SEGUNDA FINAL EN EL WTA DE ACAPULCO

La eslovaca va por la estadounidense

Dos años después, la misma historia. En el Abierto de México, Dominika Cibulkova (66ª del mundo) repitió la situación vivida ante Christina McHale (64ª), como pasó en la final de Acapulco 2014, cuando la eslovaca venció a la estadounidense. Esta vez, el triunfo fue más sencillo, en sets corridos, y le dio el pase al partido decisivo del sábado. La rival es la estadounidense Sloane Stephens.

Cibulkova, que fue Top 10 un mes después de aquel título en este WTA en cancha dura, era Nº13 en el ranking en aquel momento. Ahora está retrasada, pero con hambre de gloria, de recuperar terreno perdido. Y dio un paso valioso, al vencer a McHale por 6-3 y 6-3. Así, le impidió a su rival tomarse revancha de aquella final, la única que jugó en su carrera.

La eslovaca se llevó el 71% de los puntos jugados con el primer servicio y remató cinco de las ocho oportunidades de rompimiento. En tanto, la perdedora concretó dos de las tres chances que generó, pero no le alcanzó ya que la europea dominó sin problemas desde la base, con mucha iniciativa y la determinación justa a la hora de cada cierre.

Así, Cibulkova se puso 4-0 en los enfrentamientos contra la estadounidense, con la que no se cruzaba desde la mencionada definición de Acapulco de hace dos años. Ahora la eslovaca, que ganó cuatro de sus 11 finales en el circuito mayor, buscará su primer título WTA desde la citada victoria en este certamen mexicano.

La europea, en camino a la final, tuvo un recorrido llamativo, ya que empezó con una paliza sin ceder un juego en el debut y en la segunda de sus cuatro escalas ni siquiera pisó la cancha, ya que la bielorrusa Victoria Azarenka (14ª), exnúmero uno del mundo y principal favorita, no se presentó por lesión.

La rival de Cibulkova salió del cruce entre las dos cabezas de serie que arribaron a semis. Stephens barrió a la belga Yanina Wickmayer (52ª), octava, por 6-2 y 6-0 en solo 54 minutos de juego. La agresividad de la estadounidense fue letal, ganando el 85% de lo jugado con el primer saque, frente al 35% en el caso de la europea.

Stephens logró seis quiebres, sobre 12 chances, mientras que Wickmayer remató la única que dispuso. Una muestra más del gran partido que hizo la ganadora: se quedó con 56 puntos, justo el doble de los 28 que quedaron en manos de su oponente.

Así, Stephens volvió a ganarle a la belga, como hace un año año en Miami, e irá por el tercer título WTA, tras haber ganado sus dos finales. Este año ya se impuso en Auckland. ¿Podrá repetir? Si mantiene este nivel, será difícil frenarla, aunque la experiencia de Cibulkova será un punto a resolver.

Foto: Telcel Open