El suizo habla del debut |
Roger Federer tranquilizó a la sala de prensa a menos de dos días de su debut en la Rod Laver Arena. “Estoy mejor, sí. Se ha ido la tos y el frío en un 90%. Estoy feliz porque en los últimos días he sido capaz de practicar con normalidad, aliviado de que desde el jueves hasta ahora estoy mejor”. El Open de Australia contará un enero más con el suizo, quien respondió las preguntas de la prensa en la jornada inaugural de medios.
Uno de los temas que más se tocaron fue sin duda el de su relación con Lleyton Hewitt, más aún después de verlos entrenar, posiblemente por última vez, en las pistas de Melbourne. ¿Su primera gran rivalidad? “Contra él y contra Roddick, ya sabes. Pero era diferente con Lleyton”, responde el helvético. “Tuve que darle la vuelta a la rivalidad porque él sacó lo mejor de mí muchas veces al principio, mientras que con Andy empecé con la mejor parte y seguí así en todos los lugares”, afirma el ex número uno del mundo.
“Pero me gustó mucho jugar con ellos, también con Ferrero y Safin. Pero Lleyton era algo especial, no hay duda de eso. Igual que con Roddick. Lleyton me hizo entender mi juego y me hizo definitivamente un mejor jugador también. Disfruté mucho de esas batallas con él y le deseo lo mejor aquí”, afirma uno de los que mejor conocen al australiano dentro del vestuario. Tanto que se lo lleva encontrando en las pistas desde casi 20 años.
“Jugué por primera con él cuando teníamos 15 años, en Zurich, en la Copa Mundial de la Juventud. Se suponía que íbamos a jugar juntos en juniors pero en 1998 él ganó Adelaida, esa fue la diferencia. Él consiguió una invitación en singles y se empezó a mezclar con los profesionales. Me dejó (risas), fue un gran ascenso para él tras ganar Adelaida y lo entendí. Pero siempre nos llevamos bien. A veces era un luchador en la cancha, pero siempre fue respetuoso. Siempre admiré su ética de trabajo, su espíritu de lucha en la cancha, a pesar de que a veces me molestó, ya que al principio era mucho más loco que ahora”, recuerda con nostalgia el de Basilea.
La dominancia del Big4 en el circuito también ocupó algunas líneas en la conferencia de prensa de Roger, quien reiteró una vez más su postura acerca de la línea que les separa del resto. “Sí, sigo pensando que los mismos chicos están jugando muy bien. Pero, por supuesto, Novak merece como una pequeña estrella al lado de su nombre en este momento porque lo ha estado haciendo muy bien. Lo mismo para Stan, realmente. No se ha dicho mucho pero él ha ganado un Grand Slam las últimas dos temporadas y va a por una tercera en la que tal vez pueda levantar otro”, refrescó acerca de su compatriota.
En primera ronda, ya espera Nikoloz Basilashvili, un jugador del que sabemos todavía muy poco. “No lo conozco muy bien, casi me enfrento a él en Wimbledon, lo recuerdo. Así que vamos a ver cómo va. Estoy más centrado en mi propio juego en este momento. Mi salud es buena ahora y esto era fundamental, sobre todo ahora que juego el lunes. Voy a conseguir algunos consejos de Iván y Severin y veré lo que puedo encontrar de información sobre él. Pero creo que lo importante va a ser la forma en la que voy a jugar yo”, manifestó el suizo.
“Yo creo que el Abierto de Australia es aquel en el que los jugadores vienen más inspirados. También ha sido mi Grand Slam más consistente hasta el año pasado. Yo siempre jugué muy bien aquí. No sé si se trata de las condiciones o la velocidad de corte pero es un buen lugar para mí para empezar el año. Así que vamos a ver cómo va. La pretemporada ha ido bien para mí, no tuvimos contratiempos, lo cual fue crucial y tuve la oportunidad de trabajar muy duro, lo cual era agradable”, aclaró un Federer que viene de perder la final de Brisbane ante Milos Raonic.
Precisamente Raonic fue el ex pupilo de su actual entrenador, Ivan Ljubicic, un hombre que se unió al equipo del suizo desde el pasado diciembre. “Creo recordar que Stefan quizá me dijo aquí el año pasado que este iba a ser su último año. Con Ivan realmente contacté al final del año. Cuando él me dijo que con Milos no iba a continuar le dije si entonces estaba disponible, aunque también barajaba otras opciones. Finalmente me dijo que estaría encantado de hacerlo y aceptó”, explica el helvético, quien además conserva una grata imagen del croata en su época de jugador.
“Siempre nos llevamos bien en la pista, a pesar de que él es el único hombre en derrotarme en Basilea y en Gstaad. Nos llevamos bien. Solía estar en el consejo también, tuvimos algunas conversaciones allí. Creo que fue una etapa importante porque necesitaba confiar en Ivan en el cambio de junta directiva que estábamos pasando. Fue bastante complicado, no es algo cómodo de hacer. Tuve que trabajar muy de cerca con él allí y había un montón de momentos en los que tenía que ver la reacción de Iván, cómo estaba trabajando. Fue un muy buen proceso, al final hemos trabajado muy bien juntos”, confiesa.
Y en el horizonte, como siempre, un hipotético duelo con Novak Djokovic, esta vez sería en semifinales. “El año pasado lo hice bastante bien contra Novak. Por supuesto, tengo que mantenerlo. Siempre he creído que hay nuevas cosas que usted puede aprender, pero siempre hay que saber mantener la motivación, quedarse con hambre. Alguien como Ivan también puede ayudarme mucho a hacer eso. Yo no puedo hacer mucho por mi cuenta, necesito a mi equipo de trabajo para empujarme ese último 1%, 5%, 10%, o lo que sea, porque no estoy en el mismo estado de ánimo todos los días”, sentenció el campeón de 17 Grand Slams.
Foto: Getty Images
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