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| El ídolo local cerca del adiós |
Lleyton Hewitt ya está preparado para su vigésimo Open de Australia, el último torneo de su carrera. “Para serte sincero, no sé lo que se siente. Una sensación un poco extraña, pero estoy tratando de disfrutarla al máximo. Tienes que tratar de bloquear lo de fuera tanto como sea posible, porque podría volver a pasar por estas mismas emociones de nuevo dos días después. Eso va a ser la parte más difícil de tratar”, expresó el de Adelaida en rueda de prensa antes de enfrentar en primera ronda a James Duckworth, uno de sus compatriotas protegidos.
“En los últimos cinco años he tomado más un papel de mentor con los chicos australianos más jóvenes, sobre todo en términos del equipo de Copa Davis, incluso tratando de ayudarles a salir y entrenar con ellos cuando viajamos. Un montón de chicos han llegado a mi casa y entrenado conmigo, ya sea en Australia o en el extranjero. Pero he disfrutado viéndoles mejorar, ellos serán los líderes de nuestro deporte en nuestro gran país y eso me llena de orgullo”, comentó el oceánico acerca de su nuevo rol.
Mucho ha llovido desde aquella primera participación en Melbourne en 1997 y, sin embargo, un recuerdo supera al resto en su memoria. “Vencer a Roddick en la semifinal de 2005. Había pasado por un montón de agotadores partidos a cuatro y cinco sets para conseguir la oportunidad de jugar el domingo final de este torneo. Sólo la satisfacción de lo que había hecho era increíble”, rememora el ex-número uno del mundo.
Lo que también tiene claro Lleyton es cuál ha sido la mejor rivalidad que ha tenido en su carrera. “Contra Roger, porque crecimos con la misma edad, crecimos juntos. Teníamos una conexión con su entrenador, Peter Carter, y mi primer entrenador, entonces Darren Cahill. Mucho de los partidos épicos de mi carrera y en la de Roger, que ha tenido unos cuantos épicos más que yo, han sido contra él”, confesó el australiano.
Foto: Getty Images
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